Una fotografía tomada en una tarde, mirando el cielo, mientras contemplo el desastre -una vez más- desplegado en el despacho.
Los procesos de remodelación son periodos de retroalimentación y retrospectiva. Tiempos como éste me permiten vislumbrar lo hecho hasta el momento, y re-direccionar las metas y los objetivos profesionales y humanos.
La panorámica que veo cada amanecer al abrir la puerta a un nuevo día siempre es diferente.
Considero que la metamorfosis y la constante evolución son procesos necesarios, por lo menos así es como lo he comprobado durante los últimos años.
Cada nuevo ciclo es una serie de pasos y circunstancias que me modifican, a las que me adapto de manera natural para cumplir mis metas personales.
Han sido cambios drásticos los vividos, pero que, en el fondo, sólo confirman la esencia de lo que soy. Nada ha cambiado.
Sólo siento con mayor fuerza la fluidez y el dinamismo, que me lleva a continuar con el perpetuo movimiento.
Alguna vez me pregunté qué pasaría cuando mi ritmo se detuviera, por cualquier razón.
Hoy he comprobado que dicho movimiento continuará por siempre, no importa qué…
Escucho: Champagne Supernova / Matt Pond PA
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