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martes, 16 de agosto de 2011

Un rincón franco


El Espacio personal paulatinamente cobra vida, tomando forma, adquiriendo colores y personalidad propia.
Me siento contento y extraño a la vez. Comenzó siendo sólo un espacio más, que no reflejaba más de mí que lo que fue puesto en él al momento de concebirlo.
Poco a poco ha ido integrándose a mi Vida, y yo a la suya.
Los retos y las complejas circunstancias que se han vivido durante los últimos meses han conseguido que se transforme en una especie de refugio, en un lugar donde la reflexión, la serenidad y la paz tienen lugar, y donde la Existencia toma sentido, cuando nada parece tenerlo.
Agradecido estoy porque en los momentos más oscuros, este espacio me muestra su espíritu creativo, su colorido, su alma repleta de alegría y optimismo.

Ese espacio íntimo, único, para sentarse y reflexionar por medio de la lectura, fomentada por un interesante libro en cada atardecer donde el sol agoniza en el horizonte capturado por la ventana suroeste, ha logrado su materialidad al fin.
Deseo agradecer profundamente a mi familia. Sin ella no sería lo que ahora soy. Ellos me han enseñado que el diseño en verdad se encuentra corriendo por mis venas. Todos ellos imaginan, sueñan y crean sus propios destinos, y, por ende, me enseñan a diseñar el mío.
Una prueba es este rincón, que expresa literalmente lo que soy, lo que pienso… lo que sueño.

Escucho: Ashes to ashes / David Bowie

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