Tiempo atrás hubiera escrito una amplia carta al respecto…
El `hubiera´ es una conjugación que no se encuentra más en
mi vocabulario.
El día de hoy es un parte
aguas en la historia de mi vida.
Me despido de todo lo que he llegado a ser durante los
últimos diez años.
Estoy contento.
Pero ha llegado el momento no deseado por nadie jamás, donde
te haces esa reflexión filosófica que dicta: ¿qué hago aquí?
Y este día ha sido hoy.
Con un cúmulo de sentimientos encontrados, pero tranquilos,
comienzo el camino hacia el fin.
Extrañaré todo lo vivido, el espacio acontecido.
Añoraré los amaneceres en los mantos azules y grises,
mientras mi mente y corazón aprehendían experiencias cada día.
Un ciclo al que doy cierre.
Todo llega a un término, tarde o temprano.
A pesar de eso… me mantengo sereno.
Hace días charlaba con Alejandro
Pato, quien -sin él, o yo,
saberlo- me dio la respuesta a la
pregunta, por tanto tiempo formulada.
Al igual que él, he llegado al final de la Arquitectura.
Formó parte de mi existencia por demasiado tiempo, fungiendo
como inspiración para las bases de mi
vida.
Ahora, ha llegado el momento de dejarla atrás.
Un nuevo camino me espera.
Y debo confesarlo…
Me encuentro en esta noche solo, temblando, hundido en la
oscuridad y el miedo.
La Luna es mi
única compañera mientras escribo estas líneas.
Y la Música, a
últimas fechas mi confidente y mi razón para continuar a pesar de las aguas
turbias y tormentosas.
Adelante…
Vayamos adelante.
Imagen: editada,
original cortesía de Jessy Aranda
Escucho: Heaven sent you / Donna Lewis
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