Una vez más he encontrado respuestas a preguntas que daban
vueltas en la mente.
En esta ocasión fue gracias a una charla con Jesús Grajales.
Días atrás me cuestioné el por qué de la Música en mi vida. Es decir… aprender a
tocarla a pesar de las contradicciones
y las dificultades.
Estuve a punto de desistir.
Después de un breve análisis mientras platicaba con Chucho,
las respuestas llegaron -como siempre
suelen hacerlo, de una manera vertiginosa
y súbita-.
Entonces muchos eslabones -que permanecían separados unos de los otros- se unieron en un `click´
instantáneo.
Hacía mucho que no generaba objetivos para mí mismo…
Es extraño como te concentras ayudando a otros a diseñar sus
propios objetivos en su existencia. En mi caso, en el desempeño académico y
profesional, como parte del proceso de diseño arquitectónico.
Pero hoy… fue algo indescriptible.
Raras veces te detienes a reflexionar en torno al curso que
ha tomado tu vida. Perdidos en nuestras cotidianidades,
todo gana sentido, perdiéndolo.
En mi caso, he corrido con suerte.
La Literatura -mi
eterna pasión- resultó ser una
amante extremadamente obsesiva y perseverante, que no ha dejado de gritar para llamar mi atención.
Y lo ha hecho. Hoy me he dado cuenta de ello.
La Música, por el
contrario, es la parte opuesta y complementaria.
Ella me otorga serenidad.
Me enseña pacientemente a ser congruente con lo que pienso y hago. A tener una correlación entre lo que piensas, dices
y ejecutas [mis dedos pueden dar testimonio de ello].
La Música es la
más reciente de las maestras en mi existencia.
Y como tal, me exige demasiado, y me obliga a mejorar, a
perfeccionarme día tras día.
Jamás imaginé que sería de esta manera.
Contra todo, estoy dispuesto a continuar con las lecciones.
He visto las mejoras que existen tras someterme a sus disposiciones.
Soy afortunado.
Arquitectura.
Literatura.
Música.
Y a un céntimo de volverme loco.
Gracias Chucho por la valiosísima lección.
Con el tiempo sabrás que ayudar
a otros es sólo una necesidad, porque ayudarles a ellos, significa ayudarte a ti
mismo.
Y sí, es uno de los objetivos que descubrí para cumplir mi misión.
Escucho: In the
night ´95 / Pet Shop Boys
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