Desde niño recuerdo que siempre me agradó esa sensación
extraña de visitar, recorrer, de vivir espacios que se encontraban en transformación.
Solía ser feliz -y
aún lo soy- caminando, mirando,
riendo al descubrir cómo un universo
completo, podía sufrir alteraciones que lo llevaban a nuevos niveles,
inimaginables, para mi mente de niño.
Hoy que soy arquitecto, soy consciente de que las remodelaciones o cualquier tipo de intervención arquitectónica o urbana, llamaron poderosamente mi atención desde temprana edad.
Hoy que miro ese espacio cotidiano, donde una o dos veces
por semana me conecto con el mundo de ensueño e irrealidad, me siento atraído,
no por el menú cinematográfico que se ofrece para la cita semanal, sino por la
curiosidad, motivada por ese Espacio
que se presenta con su velo de metamorfosis.
Me agrada en sobremanera recorrer esos espacios que muestran
cambios en su morfología. Soy
fanático de transitar, de respirar, de observar a detalle esa sutil intromisión, que finalmente tiene por
objeto modificar al Espacio.
Es una travesía -todas ellas lo son- que disfruto a cada instante…
Escucho:
Cave in /
Owl City
No hay comentarios:
Publicar un comentario