Conocí a Patricia.
Una mujer intrépida que gustó de visitar una ciudad prehispánica, sola.
La experiencia fue maravillosa.
La pasión, la felicidad de mirar como un extranjero valora
nuestros espacios, nuestras concepciones
cósmicas del Universo,
materializadas en ciudades.
La sonrisa que me obsequiaste fue suficiente para conocer el
propósito de mi viaje.
Desde hace tiempo que lucho con adicciones, con caprichosos vicios e intereses que nublan el bienestar
humano.
Visitar espacios arquitectónicos
y urbanos es un proceso de
búsqueda por la paz, por el sentido, por la razón de la existencia en todos los niveles.
Y encontrar almas bellas que buscan alimentar el espíritu. Indescriptible.
Y el viento sopla de manera violenta y furiosa. Atípico para
esa ciudad en especial. Como si precisamente el Espacio aguardara por mí. Y el
fotógrafo que nos arranca palabras como `mole´, `tlayuda´ o `tequila´.
Serán esas circunstancias bizarras las que me harán recordar aún más aquel encuentro.
¿Casualidad?
No creo en
ellas.
Sólo en tí, y en el Espacio, y en la sonrisa de un alma que
me enseña la pasión por la aventura, las ganas de vivir, y disfrutarlo todo.
Escucho:
I want it that
way / Back Street Boys
Waiting for
my chance to come / Noah and the whale
This love /
Maroon 5
Burn you up,
burn you down / Peter Gabriel
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