Cerca de cinco años han pasado desde la última salida
académica con mis estudiantes, para visitar y conocer sitios prehispánicos y
ciudades coloniales. Ahora que me dispongo a escribir esta nota, me doy cuenta
en realidad de cuánto tiempo ha transcurrido desde entonces.
Los viajes fueron -durante
mucho tiempo- una manera de
compartir vivencias con estudiantes a mi cargo. Fue una forma de conocer el
Mundo, de obtener inspiración para proyectos literarios, y de perpetuar la
pasión por la Arquitectura.
Lentamente, las salidas académicas evolucionaron, para
sustituirlas por visitas a congresos, y conocer la visión contemporánea de los arquitectos, a lo largo del país. Dentro del
ámbito académico, por su parte, las salidas mutaron
a simples visitas a playas y lugares de encuentro social casual.
Eso desanima.
Hoy, después de tanto tiempo, me encuentro de nueva cuenta
diseñando una salida de corte original, para visitar sitios prehispánicos, y habitar esos espacios, integrados por
hermosas cosmovisiones únicas.
Mucho se ha transformado en cinco años, y -debo confesar- no me siento tan emocionado al viajar, como al inicio.
Me he concentrado en otros aspectos, en otras facetas de la Arquitectura. Aún así, el contacto directo con el espacio prehispánico,
jamás podrá ser sustituido.
Es grato regresar al
origen, al riesgo de lo desconocido, a la aventura de lo mágico.
Ahora mismo me encuentro en el researching obligado, antes de definir los puntos clave que conformarán
la salida próxima, después de tanto…
Escucho:
All I see /
Go dreaming // Dido (featuring Pete Miser)
No hay comentarios:
Publicar un comentario