Sacrifiqué tres sesiones de natación en aras de descanso -cuasi- total, y recuperar la salud. Durante el tiempo en reposo me
dispuse a llenarme de excelente Música,
para no caer en la desesperación y en la locura. Y es que permanecer en
modalidad `descanso´, es un suicidio para mí. Las personas que me conocen, lo
saben bien.
Tras escuchar hermosos álbumes
de docenas de artistas, fue que esbocé el presente artículo, que no posee
pretensión alguna, más que tintes de reflexión en varios sentidos.
La historia de la nota comenzó al ampliar la colección
personal de CD´s a aquellos ganadores al Grammy
en la categoría de álbum del año. Ya
que he seguido la premiación de este reconocido galardón a los largo de
diecinueve años, me di a la tarea -teniendo
al Tiempo más a favor, que en contra-
de escuchar, analizar y valorar a los ganadores de esta categoría desde mil novecientos cincuenta y nueve.
Existen álbumes ganadores -sobre todo a lo largo de los últimos diez años- que han sorprendido al mundo al hacerse del premio en esta
categoría. Podría referenciar a River.
The Joni letters, de Herbie Hancock,
que, por cierto, no pude llegar a comprender del todo hasta este fin de semana
que permanezco en calidad de `paciente en lenta recuperación´. Raising sand, de Robert Plant & Alison Krauss fue otra de las sorpresas, de las
que nadie esperaba, al alzarse como triunfadores al álbum del año. Al final
comprendes que, dada la fuerza, la armonía, la belleza y la integración de dos
valores contrarios, así debía ser. Quizá uno de los momentos más elocuentes se
lo lleve Arcade Fire, y su obra
maestra, The suburbs -álbum que
digerí plácidamente durante las eternas horas de reposo obligado, por cierto-, quienes se mostraron impactados al
ser elegidos como mejor propuesta del año respectivo. La última de las extrañezas
ha sido Mumford & sons, con esa propuesta
bizarra y folk bautizada como Babel, que, aún no terminando de
comprender y, por ende, aceptar, como elección a mejor álbum del año…
Las nominaciones al Grammy
en esta categoría a lo largo de los años se convierten en brillantes
oportunidades de conocer el desarrollo de la Música a través del Tiempo y el Espacio. He descubierto que muchos
de los álbumes nominados se encuentran actualmente en la colección de CD´s, y
otros tantos, integraron una lista de próximas inclusiones.
He llegado a la conclusión que los álbumes considerados guardan una serie de
variables que los llevan a trascender su momento en la existencia. Esta serie
de elementos pueden ser constantes en el hecho de presentarse en los álbumes
elegidos, pero completamente variables en torno a la naturaleza en cómo se
muestran o expresan. Así, Arcade Fire,
logra sorprender por la infinita versatilidad
de una propuesta realmente diseñada y cuidada hasta el último detalle. El
gran número de sus integrantes ayuda en este sentido. O bien, Alanis Morissette [Jagged Little Pill], logra atrapar fuerza y profundos valores,
como rebeldía y no aceptación a los estereotipos sociales de la época. Mumford & sons expresan -por lo tanto- interesantes reflexiones en torno a las tradiciones de las comunidades, que se pierden en aras de desarrollos tecnológicos frívolos.
Existen, sin embargo, de vez en vez, álbumes, serie de
extraños especímenes conceptuales,
que llaman la atención del público y la crítica, pero cuyas variables
configuran un texto cuyo contenido y mensaje sobrepasa toda lógica, lo que
lleva a dichos álbumes a considerarse como saltos
cuánticos, es decir, proyectos cuya génesis se llevó a cabo en un Espacio y
Tiempo que no son los suyos, por hallarse los álbumes, adelantados a su época
en todos los sentidos.
Tres son los álbumes que considero, concebidos con las
características descritas. Dos de ellos nominados en la categoría y premio
referenciados.
The dark side of the
moon, vía Pink Floyd, será el
primero de ellos. Jamás nominado en la categoría descrita, representa una serie
de avances tecnológicos impresionantes,
cuya grandilocuencia armónica y conceptual supera todo lo escuchado en
la época, pero que -desafortunadamente-, lleva a la crítica a considerarlo
sólo eso: una especie de aprovechamiento subversivo,
un claro manifiesto en contra de la
sociedad contemporánea.
Lástima. En realidad, The
dark side… es mucho más que eso. Lo comprendo cada vez que lo escucho, y
que encuentro en cada una de sus travesías, más y más elementos conceptuales, infinitos, ricos, y
hermosos en todos los sentidos.
Mellon Collie and the
infinite sadness, cortesía de Smashing
Pumpkins es el Segundo caso. Un álbum nominado que tenía absolutamente todo
para ganar. Belleza, talento, rock desenfrenado. Irreverencia. Todo. Pierde
frente al perfecto Falling into you,
de Celine Dion. Una clara muestra de
que lo ortodoxo y estético se utiliza
como pretexto para ocultar las líneas oscuras
existentes entre las líneas ordenadas y pulcras de las sociedades. Mellon Collie… ha sido uno de esos
álbumes a los que yo mismo di la espalda, a pesar de encontrar atractivo y
hermoso en todos los niveles, en aras de mantener la apariencia de la rectitud
y la ética.
Finalmente, pero no menos grandilocuente. Kid A, concepto de Radiohead. Serían nominados años después, con In rainbows, para intentar pagarles el no reconocimiento por uno de
los álbumes contemporáneos [dejo aparte el caso de Ok computer, a pesar de las implicaciones que esto represente]. Kid A es un logro conceptual en todo el sentido de la palabra. El rock and roll, mutando, transformándose,
expresando la metamorfosis obligada
que atraviesa la sociedad hoy en día. Ésa es la razón que me lleva a no
considerar a Ok computer. Su hermano,
Kid A, viaja a planos conceptuales no logrados por el primero.
Finalmente, con todos los logros de ventas, de cambios de mentalidad, de
inclusión de valores como la tecnología como
medio de comunicación generalizada, el álbum pierde frente a Two against nature, de Steely Dan, álbum que contiene la
esencia del proyecto de Radiohead,
pero con tintes más matizados y tradicionales. Toda una sorpresa. ¿Quién no
recuerda el hecho de que el tiraje del álbum ganador fue tan escaso, que una
vez que se levantó como triunfador, era virtualmente imposible hallar su álbum
en las tiendas de discos especializadas?
Cierro la presente nota mientras escucho un remix de Moby, grabación alternativa de uno de sus tracks: `Alice [General Midi Remix]´, recordándome que habrá artistas
y propuestas que jamás serán reconocidas, pero que, por ese simple hecho, no
dejarán de agradarnos, por representar valores para nosotros.
Al final, agradezco el sacrificio de las sesiones de
natación en pos de la recuperación de la salud. La travesía musical ha sido
grata, y exquisita, como espero haya sido esta nota delirante, para todos ustedes.
Imagen uno, editada, original tomada del sitio:
Imagen dos, tomada del sitio:
Imagen tres, extraída de la liga:
Imagen cuatro, editada de la original, tomada del sitio:
Escucho:
Stylo / Gorillaz
featuring Bobby Womack & Mos Def
Oxford street
/ Everything but the Girl
San Jacinto
/ Peter Gabriel
Bohemian like
you / The Dandy Warhols
Slow dancing
in a burning room / John Mayer. Taken
from Where the light is. Live in Los Angeles
Heal the world
/ Michael Jackson
Everyday is
a winding road / Sheryl Crow
I am citizen
insane / Radiohead
Janie runaway
/ Steely Dan
Please read
the letter / Robert Plant & Alison Krauss
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