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sábado, 6 de enero de 2018

Comida somos, espacio saboreamos

Los pueblos están hechos de colores, de sabores, de comida. Las iglesias y los edificios se funden en sensaciones varias y opuestas, donde la Historia huele a semilla tostada, y el recuerdo a fruto en almíbar.
En ocasiones, olores desagradables acompañan una hermosa memoria, o una vivencia mala es musicalizada por sonidos suaves y relajantes.
Aún escucho el canto único de los grillos en las calles empedradas a lo largo y ancho de la madrugada. Aún permanece el canto de las cigarras a orilla de mis oídos, tatuados en las memorias motrices de mi cuerpo, brindándome la bienvenida a una ciudad en ruinas…

Las ciudades están manufacturadas por recuerdos, pero se mantienen vivas por anhelos. Por querer perpetuar lo que otorga sentido a un sitio que quizá, ni siquiera nos pertenece…

Escucho:
Expo '86 | Death Cab for Cutie

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