Cuando hoy -tarde- he llegado a casa, he hallado una hermosa imagen que cautiva al alma tras la lluvia, tras una tarde lejos de este nuevo espacio que ahora comienzo a llamar hogar.
Y las gotas de agua aún penetran la bóveda celeste y caen hasta mojar el suelo color rojo quemado. No he podido evitar detener los pasos, ponerme en cuclillas, y observar maravillado este instante que los ojos han descubierto en medio de la oscuridad, iluminada.
Un bello obsequio para alguien que a veces se pregunta la razón que me lleva a hacer todo lo que hago, a pesar de cada obstáculo, vez tras vez, que aparece delante de los pasos.
En ocasiones, un único segundo -como éste que hoy contemplo-, hace creer que vale la pena lo que se vive, con el solo hecho de esperar imágenes magníficas de detalles insignificantes, que nos enseñan que es cuestión de circunstancias y perseverancia, estar en el lugar correcto, en el momento adecuado…
Escucho: Poisoned Chalice / Hans Zimmer
Que pRRResioSa imagen!! realmente lo es..
ResponderEliminarpekeños detalles...seeeee!
;)