Pet Shop Boys ha
sido desde hace tiempo -más del que
recuerde- una propuesta electrónica que se considera de las
favoritas, aún anterior a clásicos como
Moby, por ejemplo.
Los conocí con aquellos acordes electrónicos del éxito Go west, que sonara en aquel lejano mil novecientos noventa y algo…
Desde entonces han sido uno de esos accidentes afortunados
que ha traído excelentes momentos a la vida.
Su sonido no es francamente una evolución, en el estricto sentido de la palabra. Más bien lo
llamaría un caso único de refinamiento y
minimalismo.
Su último álbum, Yes,
fue una vuelta a sus orígenes, con toda la tecnología contemporánea y un sonido
fresco que los pone de nueva cuenta en el escenario musical.
La opción Electrónico
nunca ha sido mi especialidad, pero los Pet
Shop Boys han hecho la tendencia accesible, puramente pop, lo que la convierte en una especie de reflejo casi artístico de las tendencias sociales.
Algo que admiro de ellos es su pulcritud y diseño visual.
Cada una de sus propuestas, de sus sonidos, de cada una de sus ideas, va
siempre acompañado con la imagen perfecta, los colores vivos, luminosos, que
convierten su música en un deleite visual,
además de auditivo.
Precisamente ahora realizo una obligada retrospectiva musical petshopboireana,
que incluye el rescate de compilatorios antiquísimos y extraños, pero indispensables
para comprender y disfrutar su concepto,
como es el caso de `Alternative´, o
su más reciente compilatorio de lados B,
bautizado simplemente como `Format´.
Una delicia.
Nota mental: el título de este apartado está dedicado a la obsesión del dúo de bautizar a cada uno de sus álbumes con una sola y sencilla palabra.
Escucho: álbum Bilingual / Pet Shop Boys
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