–La presente nota puede contener spoilers para los más entusiastas fanáticos de Superman, y que no hayan visto aún la versión de Zack Snyder:
Man of steel–.
Superman fue mi
primer superhéroe favorito, aunque, al paso de los años, no sería el
definitivo, ni el que ocupara el lugar número uno en mi Top five de superhéroes. Le guardo un enorme respeto, y sí, lo
considero el mejor de todos, es decir, rescato su moral y ética perfecta e
inquebrantable.
Si lo comparo con mi superhéroe favorito –Spawn–, realmente pierdo… Mi héroe es oscuro, moralmente bipolar y rodeado de circunstancias perversas.
El hombre de acero
representa la verdadera esencia de los seres humanos, idealmente hablando. Es
la metáfora de nuestro individual y tormentoso viaje de auto
descubrimiento, para hallar la verdad de nuestra existencia. Nuestro lugar en
la sociedad.
Quizá sea el éxito de la más reciente reinterpretación cinematográfica: la historia. Cargada de nostálgicos y eficaces flashbakcs, de tinte moralista,
la narrativa se apega a la vieja escuela del superhéroe.
Una buena historia, definitivamente.
La visual, el ambiente, y las circunstancias sociales, son
una excelente integración de los elementos del mundo que nos rodea y define
actualmente. La historia que inicia con abiertos extraterrestres. Personajes inteligentes que observan la verdad
desde el inicio, y hacen frente a ella. Nos olvidamos del eterno secreto del
héroe por parte de la doncella. Ella lo
sabe desde el inicio. Y punto.
Y qué decir del ambiente y la fotografía. Oscura,
melancólica, caótica, y destruida. Nuestra sociedad real.
Lo único que criticaría –tal
vez– sería la vertiginosidad al colocar los elementos que tardaron poco más de cincuenta años en integrarse en las
viñetas de cómics, las adaptaciones cinematográficas, e –incluso– las series de
televisión.
Todo puesto en su lugar, para que retomemos al héroe, donde
nuestra memoria colectiva –e
individual, no olvidemos a nuestra alma de niño– y ética [social] lo dejó, meses, o años –depende de cada uno de nosotros– atrás.
Hay esperanza…
Ése es el eterno mensaje.
Imágenes editadas y
retocadas digitalmente, originales en el sitio:
Escucho:
Love you to
/ And your bird can sing // The Beatles
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