El último juego que me hizo perder la noción del tiempo e,
inclusive, perder el apetito [de `ese´ grado de adicción estoy hablando], fue Plants
Versus Zombies.
Bueno, ha sucedido lo mismo con Angry Birds.
Me pregunto… ¿Qué debe tener un juego para despertar esa
sensación adictiva de continuar jugando hasta que el final del Mundo, el Apocalipsis arribe, o bien, la cuenta de
la luz no pagada provoque el corte definitivo de la energía en tu hogar [lo que
pase primero]?
La trama, la idea central
de ambos juegos es simple.
`Tanto, que hasta a mí se me hubiera ocurrido´, piensa más
de uno.
Imagino que el secreto se encuentra plasmado en la parte
visual, en el ambiente escenográfico de los juegos.
Lo sencillo
siempre ha llamado la atención del cerebro. Líneas y figuras simples, en
infinidad de colores vivos y brillantes.
Una constante en ambos juegos.
El elemento ganador que dota a Angry Birds de ese amor adictivo que toda la gente siente por él
debe ser, lo mismo que Plants Versus
Zombies, el planteamiento de una misma idea: la premisa de que algo inverosímil puede suceder con algo tan común y
cotidiano.
A): Aves enojadas y plantas que puedes `plantar´ -casi- donde quieras.
Y lo que dota a la trama de lo espectacular:
B): Aves asesinando puercos que son arquitectos y plantas que
se ensañan contra zombies con oficios varios…
¿Alguien de ustedes hizo la pregunta obligada de `What the F…?´?
Porque, cuando yo vi estos juegos por vez primera, créanme
que lo hice…
Ahora, sólo me concentro en jugarlos adictivamente sin cesar, hasta que algo catastrófico pone fin a mi
sesión de juego, así que por favor, voy a pedirles que no me molesten por ahora…
Escucho:
Special K / Placebo
I will
follow you into the dark / Death Cab For Cutie
Resistance
/ Muse
Obsolete / Mutemath
Thru the eyes
of ruby / Smashing Pumpkins
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