Tengo un tótem que me acompaña siempre.
Es un minotauro.
El hecho de que sea mitad dios, mitad hombre, no lo excluye
de ser susceptible a las banalidades mundanas.
¿Ser un profesionista lo es?
Yo he aprendido mucho siéndolo.
Es una forma de analizar, vivir y comprender el mundo desde
un punto de vista objetivo y responsable.
Gracias a Abigail
Sánchez, ahora mi tótem es una réplica de lo que soy.
Lo siento más cercano a mí…
Gracias por ello.
Escucho:
One / U2
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