Doscientos años se dicen fáciles, sobre todo en el contexto de la Arquitectura.
El paso del tiempo es un elemento ordinario, casi natural, dentro de las obras
arquitectónicas. Están hechas para perdurar, para trascender en el tiempo.
La Literatura,
sin embargo, es una expresión que se mantiene vigente por sí misma, siendo su
materia un elemento invisible, intangible.
Un reconocimiento el día de hoy para los Hermanos Grimm, quienes
lograron, por medio de la Literatura,
capturar y mantener vivos referencias culturales y humanas por medio del
rescate de historias folklóricas, que
permanecen hoy como parte esencial de
nuestra memoria colectiva.
Y es que la misión de un escritor es poner en palabras,
todas aquellas narraciones o circunstancias que se encuentran en algún punto de
nuestra existencia social, que despierten arraigo e identidad, de cualquier
manera posible.
Su acción es similar a la de cualquiera, relacionado con las
artes: construir por medio de objetos,
elementos e ideas comunes y conocidas, propuestas de expresión desconocidas
para la consciencia, pero familiares para el subconsciente colectivo, como
si la imagen -o sonido- jamás hubiera sido visto, aunque
siempre hubiera estado ahí…
Imagen editada, original tomada de la
liga:
Escucho:
Run to you
/ Bryan Adams
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