Si algo admiro de Ang
Lee, es su brillante capacidad de narrar las historias más subjetivas,
desde el punto de vista de imágenes increíbles.
No es de extrañar que dos de sus más recientes proyectos, se
basen en obras literarias que nadie más aceptó llevar al cine, y que son
historias que consideraríamos simples, sin elementos complejos que las
integren. Qué equivocados estamos.
Escribir, para mí, tiene una constante: hacer creíbles las circunstancias más subjetivas, presentes en la mente
humana.
Recién comencé a escribir, mi técnica favorita fue la narración descriptiva, a detalle, para
materializar todo aquello que la imaginación traía a la realidad.
Los últimos proyectos, que, irónicamente, son los primeros
publicados, tienen otra visión. En 12
campanadas hacen un reloj, la narración titulada `Del Sacbé al Xibalbá´, explora ese mismo objetivo que Lee plasma en su lenguaje
cinematográfico: narrar a partir de las
imágenes subjetivas, utilizando colores, referencias cognoscitivas y
vivenciales. Apelar por la entrada directa del lector, a lo que lee, lo que
observa, lo que vive.
Considero que estas imágenes, son las más hermosas que el
hombre puede llegar a observar y apreciar, porque hay dentro de ellas un doble
sentido de Belleza: la externa, producto de las circunstancias que rodean al
objeto, y la interna, revalorizada por los cánones
y sentimientos individuales de cada persona que experimenta dichas imágenes,
gracias a lo almacenado en su propia experiencia humana.
El texto `Del Sacbé al…´ es una serie interminable de instantáneas
-completamente subjetivas- que llevan al lector a su propio ser
interior, en un relato inmaterial que pretende despertar a la reflexión, por
medio de una narración profunda, casi indescriptible gracias a las motivaciones
cognoscitivas sensitivas que le sirven de base para darle forma y sentido.
La obra de Ang Lee, `Life
of Pi´, consigue algo inverosímil. Narrar la historia en base a una
secuencia de imágenes hermosas e increíbles, que logran materializar lo inmaterializable.
No cabe duda que el director es un hábil narrador de
historias. Pero, antes que todo, es un ser, capaz de experimentar, concebir y
traducir los valores y sentimientos humanos, en formas palpables majestuosas,
que siembran en nosotros la capacidad de transformar lo subjetivo, en algo más
que creíble. Su capacidad visual es
indescriptible, sumamente poderosa. Algo en lo que vale la pena profundizar.
El trabajo de fotografía
es un despliegue de talento y sensibilidad, digno de un Óscar.
Imagen uno, tomada de
la liga:
Imagen dos, tomada de
la liga:
Escucho:
Be mine /
David Gray
Anyone can play
guitar / Radiohead
No joy in
Mudville / Death Cab for Cutie
The happy soldier
/ Keane
House of
cards / Radiohead
Jugband blues / Pink Floyd
Jugband blues / Pink Floyd
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