Sopla una tenue brisa fría.
Camino, temprano, aún sin esa calidez que ofrece el sol de un nuevo día.
El alma pesa, los pasos cuestan…
Escucho los acordes de esta rareza llamada H K Farewell, mientras el Mundo da vueltas a mi alrededor, sin sentido alguno.
Muchas son las cosas que han caído en cuenta.
El peso que se siente, de pronto, es más de lo esperado, de lo previsto. Me hace cuestionarme mi lugar en este set de circunstancias que no termino de comprender, y en donde siento que no encajo.
Es como las notas de la melodía que me acompaña en este instante… Son extrañas, fuera de lugar, transformadas en una serie de sonidos que parecen no tener cabida en la realidad, pero que a la vez la reflejan y la explican a la perfección, como ese conjunto de detalles que no puedes explicar, que escapan a toda lógica, pero cuya existencia sabes que no puede ser de otra manera. Como si ese momento fuera único, irrepetible, hecho para existir por el solo hecho de hacerlo.
Así me siento ahora…
Todo está fuera de foco, borroso, sin sentido alguno…
Pero a la vez perfecto…
¿Esta sensación pasará algún día?
¿Qué será de ella?
¿Qué será de mí…?
Escucho: Till the sun turns black / Ray LaMontagne
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