Hace días que no volvía a la tranquilidad que se disfruta ahora.
Estas tardes, alejado de todo, imaginando que cada ocaso es una vivencia fuera del hogar original, emocionante, hermosa, única e irrepetible.
Salí a caminar un poco, bañado por los rayos agonizantes de un sol marchito.
Pensando, descubriendo caras conocidas que encuentro de maneras casuales jamás imaginadas. Y sus sonrisas.
Una grata experiencia…
Escucho: Talk to me like the sea / Everything but the Girl
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