Los proyectos musicales que involucran a la orquesta han llamado mi atención en las últimas semanas. Precisamente en estos días, he estado inmerso en un proceso de experimentación de vivencias personales, tanto individuales como profesionales, que transforman el panorama en planos y niveles que aún desconozco.La propuesta musical que valoro ahora, involucra a los Pet Shop Boys, centrándose en la reinterpretación de su álbum de antaño, llamado Fundamental.
El proyecto incluye colaboraciones interesantes, como las de Rufus Wainwright -de quien me hiciera fan hace apenas unas cuantas notas-, Frances Barber y Robbie Williams.
La sensación que inspira el arte del disco es espacial y tectónica. El álbum Concrete [el nombre parece definirlo todo] es, en muchos aspectos, de la misma manera. La propuesta sale de contexto y nos lleva a sitios y espacios reinterpretados, lo que me permite realizar la analogía con la Arquitectura, en el sentido de reinventar el espacio, y con ellos, las sensaciones presentes en él.
Los temas adquieren otro matiz, se construyen y deconstruyen en espacios auditivos que deben ser escuchados a sumo detalle, ya que, lejos de convertirse en expresiones minimalistas, inspiradas por la inclusión de la orquesta, se convierten en manifestaciones simples, despojadas de tintes estéticos electrónicos, que llevan a los temas a ser una construcción brutalista, pero rica e innovadora, con respecto a las composiciones originales.
Más adelante explicaré el camino al que las más recientes experiencias y sincronías, me guían a recorrer.
Escucho: The Sodom and Gomorrah Show [Live] / Pet Shop Boys
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