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sábado, 7 de mayo de 2011

El dibujo de mis manos... comprende el Espacio

Con frecuencia me preguntan si, cuando comencé mis estudios de licenciatura, sabía ya dibujar, o aprendí sobre la marcha.

Pertenezco al grupo de aquellos aspirantes que ingresó a los estudios profesionales sin saber muchas cosas con respecto a la carrera -incluida la habilidad de dibujar, debo decir- y sin experimentar de forma innata la pasión por esta disciplina.


No todos tenemos la fortuna de ingresar al camino del logro de nuestras metas con las oportunidades o las circunstancias perfectas.


El dibujo -al igual que algunos conocimientos de otra índole [mis estudiantes saben de antemano cuáles]- fue una de las habilidades con las que más sufrí durante mis estudios. Aprender conocimiento es sencillo, hasta cierto punto, pero desarrollar una capacidad es un tanto más complejo.


A pesar de los grandes obstáculos que se me presentaron, nunca guardé en la mente la idea de no poder aprender a hacerlo. Para mí, lo primordial fue la práctica, además de centrarme siempre en el deseo y en la afirmación de verme siempre dibujando y concibiendo espacios desde el boceto y la perspectiva a mano alzada.


Hasta el día de hoy, los ejercicios que realizo en clase, tienen por objeto no sólo desarrollar el dibujo a niveles técnicos, sino que el estudiante valore el trazo a mano, como una valiosísima herramienta para generar y comprender el espacio en todas sus variantes.


Aprender a dibujar es -ahora lo comprendo- relativamente sencillo. Saber dibujar, y dominar la técnica no es suficiente, o, por lo menos, guardo la idea de que el arquitecto no debe quedarse ahí. Para mí, el dibujo es una manera de expresión, la principal, que tenemos como profesionistas. El arquitecto habla con las manos, con el esbozo, con las líneas y los trazos. Una gran parte de nuestra personalidad y creatividad se encuentran en nuestros trazos a mano alzada.


Nos comunicamos, y comprendemos a los demás por medio del dibujo.


El trabajo que realizo con los estudiantes en el rubro de las asesorías y tutorías, tiene por objeto aplicar este conocimiento a la parte profesional y humana, y viceversa. Al final, ser profesionista deriva de las características individuales que como personas, nos definen.


Sea cual sea el motivo que genera el dibujo y su práctica, para mí, nunca dejará de ser grata esa sensación de sentarme y realizar bocetos, imaginar, trazar y comprender más allá del espacio desde la destreza de la mente, y el trabajo creativo de mis manos.



¿Cuál ha sido tu experiencia y qué es lo que piensas al respecto?



Escucho: The hot gates / Tyler Bates

3 comentarios:

  1. O.o Uy! Que puedo decir…la verdad es que yo entré a la Uni sabiendo poquito más que nada…siempre estuve inmersa en una atracción sigilosa y pasional por el arte…pero jamás había dibujado…si a caso en el Kinder jeje…incluso jamás supe desde que momento estoy inmiscuida en la arquitectura más allá de mi propia casa, ciudad y mundo. Esa inquietud divina surgió sin darme cuenta, aún no doy con la respuesta y no quisiera detenerme a pensarlo tanto…
    Las primeras veces que experimenté esto del dibujo al comenzar la etapa universitaria…me vi obligada a hacerlo bien, y aunque nunca ha sido mi fuerte empecé a tomarle el gusto, la verdad no tengo notable talento en esto, pero el hecho de disfrutarlo…de trazar las ideas…de delinear los anhelos, es un placer único…Poco a poco descubro que el dibujo es una manera inocente…maleable y versátil de arrojar sutilmente las ideas en papel…pienso que es una forma 'esquemática' y agradable de emplazarlas y dar pie a grandes proyectos…o simplemente expresar los sentimientos que a veces piden…suplican, ser arrojados…
    En fin…sigo en este proceso de aprendizaje…y la verdad es que creo que por naturaleza humana seguiré aprendiendo hasta el último respiro…Sé que quizá no nací con ese talento, o quizá sí…pero mientras son peras o manzanas, tengo lo más importante, que es la pasión y vocación que me mueve =) Que sería de un arquitecto sin un lápiz¿? o sin su trozo de cal trazando en el piso¿? :)
    Besos!

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  2. Es grato mirarte crecer mientras continúas explorando el mundo que te rodea. Nadie es bueno para algo desde el principio. No es así si consideramos que `ser bueno en algo´ involucra sentir esa pasión que raya al alma cuando hacemos eso que sabemos hacer. Muchos de nosotros podemos jactarnos de afirmar que somos muy buenos haciendo las cosas que hacemos, por eso estamos donde estamos y la gente nos ha reconocido por ello. El hecho de decirlo invalida la opción de esa enorme satisfacción que sentimos, y que es suficiente para mostrar con hechos, no con vagas palabras, lo bien que nos sentimos al realizar lo que más amamos hacer.
    Dibujar es una manera silenciosa de expresar esa pasión, esa creatividad y ese talento que todos llevamos dentro. No digas que no sabes dibujar. Si algo aprendí es que se trata de un talento que todos los arquitectos llevamos dentro, sólo que deben vivirse procesos varios para descubrir nuestro trazo, paulatinamente, como la luz del sol que lentamente camina sobre la faz de la tierra, iluminando poco a poco esas superficies rocosas sin orden y belleza aparentes, hasta que descubres que existen cosas inimaginables en los rincones más ocultos, que se convierten en algo diferente ya iluminados por el astro rey.

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  3. Definitivamente =) Bueeeno si hay alguien que conoce mis trazos de aprendiz es usted, aunque quizá no los recuerde mucho, pero comparto su opinión…hay mucho por aprender…dejemos que el Sol continúe tranquilamente con su recorrido ;) Agradezco mucho sus palabras, sabe que usted siempre ha sido, es y será una motivación para seguir adelante…es de esas personas inolvidables que hacen de la vida algo mucho mejor, y si…es muUy especial…nunca lo dude!
    =)
    Un beso gigantee!

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