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domingo, 19 de junio de 2011

Atardecer al óleo de recuerdos

Los atardeceres son momentos especiales para mí.

Tal vez porque te recuerdo, porque aún te amo profundamente, te extraño, y veo tu esencia reflejada en ellos. No a ti, sino todo lo que existe detrás de ti, de nosotros, de lo que representó nuestra historia, juntos.


Nada de eso -lo sé, dolorosamente- queda.


Sólo la fracción de vida que parece ser parte de una línea de existencia ajena y distante.


La Vida, continúa.


A veces se pierde la ilusión, o lo poco que de ella, queda.


En ocasiones las nubes me arrancan una tímida sonrisa.


La mayor parte de las veces, cuando contemplo el atardecer y su majestuosidad, derramo una lágrima o dos.


No soy capaz de modificar el presente.


Tonto de mí, son decisiones que no te corresponden.


Me costó tanto comprenderlo.


Lo único que me queda es la paleta hermosa de colores, siempre sublimes, de cada atardecer que se topa conmigo, y yo con él.


Sólo eso tengo.


Sólo eso necesito…


Es mentira, pero no existe ninguna otra alternativa.



Escucho: Roppongi panic / Candy Dulfer


1 comentario:

  1. Qué hermosa fotografía... Gama de color de la nostalgia.
    Inspiradas palabras... Exorcistas de la tristeza...

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