La Soledad que conlleva el ser libre es -sin embargo- una atadura muy grande.
Eres libre. Desde hace mucho tiempo lo eres. Lo fuiste aún antes de que yo aprendiera a volar, proclamando y dando por hecho que sería yo quien compartiera contigo lecciones varias.
Ahora que te miro, que observo a detalle tu vuelo, a la distancia, me sorprendo de tu Fortaleza, tu Perseverancia, porque jamás te das por vencido.
A veces me quedo resguardado en los recuerdos, en aquello que fue, que me enseñó tanto, que me hizo crecer como persona.
Y extraño tanto esos momentos.
Y la Vida continúa.
Prosigo con el curso que se encuentra trazado en el Destino, existiendo días en los cuales -lo reconozco- desconozco lo que debo hacer, el paso a dar, tras desastres que suceden una vez y otra.
La travesía hacia la Plenitud es un espacio de cuatro paredes, sólo que mucho más grande.
Atrapado y sombrío me sorprendo a veces, yo mismo, transitando caminos oscuros, solitarios.
Es entonces que levanto la mirada, miro al cielo, te recuerdo con esa sonrisa blanca y brillante que me alienta, y sin más, intento continuar… sólo hasta donde me sea posible hacerlo.
Fotografía: cortesía de Luis Enrique Pérez
Escucho: Kids with guns [Hot Chip Remixes] / Gorillaz
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