Los amaneceres de los días recientes han sido serenos. Tranquilos.
Tiempo suficiente para reflexionar un poco, y colocar algunas cosas en orden.
Tiempo suficiente para reflexionar un poco, y colocar algunas cosas en orden.
Cosas de la Vida, de los anhelos, de la construcción de los
últimos momentos de este año, que termina.
Tantos eventos tuvieron lugar. Me refiero a todo aquello que
transformó profundamente la vereda seguida.
¿Tristeza?
Un poco, si.
Hoy, al amanecer, mirando la luz del sol colarse por las
persianas, no puedo evitar pensar en torno a todo lo acontecido durante este
año.
Todo es diferente.
Demasiado.
¿Arrepentimiento se asoma entre los pensamientos?
No.
No se puede volver atrás.
Sólo queda descansar en ese rincón, y mirar cada mañana como
el nuevo espacio amanece, con sus brillantes colores.
Con su propia vida…
Escucho: Falling
free / David Gray
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