Noviembre ha venido y se ha ido velozmente, y con él, el
último aliento de lo que `pudo haber sido´ en este año que está a punto de
concluir su acontecer.
En medio de los cierres de ciclos, así como de señales
profundas de cambios inminentes, he dejado de escribir algunos días, en aras de
mantenerme a flote, y sobrevivir al desastre que ha representado el final de
este mes, vertiginoso y ruin…
Quiero comentar -primeramente- lo agradecido que estoy con mis
alumnos tutorados, quienes este
semestre abandonan definitivamente las aulas universitarias, habiendo cumplido
una etapa, y preparándose para comenzar un nuevo periodo en su formación,
profesional y humana.
Las sesiones de grabación en audio, que responden a la fase
uno del proyecto con nombre clave `Graduación Arquitectura´, han sido una
experiencia indescriptible y única,
que representan una retroalimentación hermosa en varios sentidos. Quiero
agradecer a Alma, Marco, Eva, Areli, Christian, Daniel, Jessica, Lizbeth, Iliana, Karla, Priscila, Juan, Julio, Víctor L., Violedith, Josué e Iván por responder a la convocatoria, y
por obsequiarme un trozo de ustedes, de sus corazones, de su peculiar manera de
observar al Mundo y experimentarlo.
Sólo yo, que he observado la panorámica, íntegra y completa,
puedo comprender la magnitud del suceso, y lo fantástico que será esa última
noche que viviremos juntos…
Y si, me incluyo en los planes, como si hubiera sido yo
parte de ese grupo, especial en muchísimos sentidos, porque ustedes han sido un
cúmulo de lecciones de vida, aprendidas.
No puedo publicar más -me
refiero a la parte visual del proyecto-,
pero esperaré algunos días, y, con anuencia de ustedes, publicaré un poco de
este último proyecto, que, lejos de ser un obsequio de mí para ustedes, ha sido
un hermoso regalo invaluable que me han otorgado, y que ha trastocado por
completo al corazón.
Gracias.
Un trozo diferente de nota se centra en Josué Avante, el protagonista de una historia que comenzó varios
años atrás, y que en estos días continúa siendo escrita. Agradezco la confianza
depositada en mí. No tienes nada que agradecer, sólo llamé para escuchar tu
alegría, y ser parte de la felicidad completa en ese proyecto que sé que has
dibujado desde que te marchaste… Sinceramente me has sorprendido. Cumpliste tu
promesa, y ahora estás aquí de nueva cuenta.
Un verdadero honor haberte conocido.
Éxito, que la parte más compleja apenas comienza.
Sabes que estaré ahí, si es que me necesitaras…
Las profundas transformaciones se dejan venir… puedo verlas.
Precisamente en un par de horas me encuentro con tres
personas queridas, que cierran su ciclo de igual manera.
A los tres deseo lo mejor. Los tres han sido compañías
importantes y geniales. Cada uno ha compartido una parte de su vida conmigo, y
me han honrado con su amistad sincera.
Gracias Carlo, Moisés -alias mi Gemelo- y Juan
Carlos.
Ustedes, esta noche, compartiendo su celebración, un periodo
más concluye.
Y sí, lo confieso, guardo cierto temor al respecto.
En el aspecto laboral, las cosas se han presentado de
maneras extrañas y bizarras.
Siempre me pregunté si las humillaciones hacia mi persona, y
los tratos malos, además del odio por parte de una autoridad inmediata,
concluirían algún día.
Ha sido triste permanecer en las peores circunstancias laborales,
donde las relaciones humanas se han roto por completo, y, a pesar de que se
habla de compañerismo y solidaridad,
he vivido durante el presente año la más densa soledad y negligencia.
Sólo los estudiantes a mi cargo, su pasión y entrega han
conseguido brindarme la fortaleza necesaria para reencontrarme con las
verdaderas razones para continuar sobre la lucha, cuando todo lo demás nada
importa.
Miro a la lejanía, y veo el panorama caer a pedazos,
mientras permanezco de pie, iluso, aún ingenuo
ante lo que pueda venir en los próximos días.
Una disculpa al respecto.
Las palabras que he escrito son sólo una sutil expresión de
lo que se siente en estos momentos.
Siempre el mes de diciembre es un momento complejo. Su
llegada significa el cierre de un ciclo más, que contempla cambios, despedidas,
ciclos concluidos, y la necesidad de autovaloración y reinvenciones…
Hoy, concluyo, guardando en el corazón, estas sesiones de
grabación. Las palabras, las bromas, las ideas y los sentimientos dichos, se
quedan grabados en la memoria para siempre.
Esta noche, abandono este espacio virtual, para continuar
escribiendo una parte más de esta increíble historia…
Escucho: Ghostwriter
/ RJD2
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