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martes, 20 de diciembre de 2011

Proyecto literario emergente

La Vida está llena de ironías. Me lo ha demostrado en las últimas horas.
Después de experimentar un año complicado, lleno de obstáculos y ciertas dudas y planteamientos difíciles, concluyo este año haciendo lo que amo hacer: escribir.

Consolido la decisión de ser escritor.
Una vuelta de tornillo me ha llevado a retomar esta actividad en mi vida, que abandoné consciente y oficialmente durante casi tres años.
Escribir ha sido para mí lo mejor que me pudo haber sucedido. Hace unos días platicaba con Jesus Grajales en torno a mi experiencia como escritor. No me refiero a la experiencia de publicar y demás, sino más bien, a la acción misma de escribir, de la concepción de las historias.
La última vez que lo hice, a un ritmo constante, y que considero representó mi mejor etapa como escritor, fluido y en perfecta forma para hacerlo, fue en el último año de mis estudios de licenciatura.

El ritmo, la velocidad, y el tiempo dedicado para escribir fueron tales, que estuve a punto de abandonar la universidad, por encontrar en la escritura, el único aliciente que brindaba sentido a los días vividos por aquel entonces.
Una novela escrita en un año. En mi mejor momento, dos en el trayecto de año y medio. El ritmo de escritura alcanzaba hasta las seis u ocho horas por semana, a una velocidad promedio de dos a cuatro capítulos en ese lapso de tiempo.
Los que son escritores, saben que la velocidad de escritura no es la única ni más importante variable que mide el ritmo o la velocidad. En ese tiempo, considero, se dio la mejor época de concepción, diseño y construcción de historias. El mayor número de historias y universos narrativos creados.

Aún conservo mi libreta de anotaciones. Mi diario literario, donde he retroalimentado al paso de los años, las historias, direcciones narrativas y proyectos literarios acumulados al paso del tiempo.

La Literatura, y, por ende, la escritura, es una constante en mi existir.
Hace algunos días las circunstancias me sorprendieron en sobremanera, obligándome a tomar una decisión radical, la cual no me detuve a meditar demasiado. Simplemente decidí, sobre la marcha.
El siguiente proyecto literario está siendo construido en este momento.

Por cuestiones de índole personal, el tercer proyecto académico, relacionado con la Arquitectura, y que cierra la tan mencionada trilogía iniciada con Viento, Letras & Delirio, fue puesto en momentánea pausa, mientras algunas cuestiones encontraban lugar y orden en mi existencia humana y profesional. 

Hoy permanece en el tintero hasta nuevo aviso.

Súbitamente, las circunstancias me llevaron a trabajar sobre un cuarto libro -ajeno y diferente a lo trabajado hasta el momento-, no planeado, ni considerado dentro de los objetivos a corto plazo.
Este repentino y emergente proyecto, me ha tomado por sorpresa.
Aprovechando los días de relativo descanso que se viven, además de las circunstancias al final de este año, he considerado afrontar el reto.

El proyecto en cuestión es una novela de tinte ficticio, que explota temas contemporáneos que tienen que ver con la Metafísica, lo estudiado y vivido durante los últimos cuatro años, y que ha influido de manera clave en mi vida.
Considero que la experiencia hasta el momento me permite desarrollar la trama de la historia, que arribó a mí hace poco más de tres meses, y cuya esencia no tuve tiempo de consolidar oficialmente, pero que permaneció en la mente, latente, todo este tiempo.

Ahora decido construirla, sin contar con los procesos, los planes, las estrategias de las que eché mano para los proyectos anteriores.
Sin duda es todo un reto el que la Vida ha puesto delante.

Consciente estoy que si no escribo este libro ahora, jamás volverá a presentarse la oportunidad para retomarlo de nuevo.
He ahí la razón de la prematura decisión.
Conforme avancen los días, y tanto las ideas, como el producto final tomen forma definitiva, se compartirá un poco sobre este libro.
Lo único que puedo decir es que se trata de la primera vez que Architectiak sale de los parámetros establecidos, en cuanto a temática literaria se refiere.
El tema no se centra ni parte de la Arquitectura.
Existe cierta incertidumbre al respecto.
Pero es una oportunidad literaria que no puedo dejar pasar.
Los requerimientos y necesidades han sido puestos sobre la mesa.
Actuar, o dejar pasar el llamado. Ésa fue la cuestión.

Las primeras horas de trabajo han sido toda una experiencia. El primer día he cosechado tan solo doce horas de trabajo de escritura.
No estoy en forma. Ha sido duro regresar.
La experiencia al escribir, sin embargo, es indescriptible.
Escribir es lo que amo hacer.
Sólo eso.

Continuaré durante los siguientes días, bosquejando este proyecto, con todos los dolores de cabeza que represente.
La vida -como he dicho en líneas anteriores- te pone a prueba de maneras que jamás comprenderás.
Es un hecho…

Escucho:
I love you / Celine Dion
Tangerine / Ludovico Einaudi
Just dance [featuring Colby O'Donis] / Lady Gaga
Desert rose / Sting
Sin ti / Aleks Syntek
FEZ-Being Born / U2

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