He estudiado los procesos creativos desde hace varios años. He
desarrollado mecanismos y metodologías para comprenderlos, y alentarlos,
generando aplicación en el campo del diseño arquitectónico.
He escrito en notas anteriores en torno a proyectos y
actividades que se desarrollan a últimas fechas. Todo tiene que ver con una
sola meta: el desarrollo de la creatividad.
Es la primera vez que considero la génesis de proyectos sin
tener un proceso definido o planeado. Se ha comenzado a trabajar teniendo en
mente los temas, las habilidades y los objetivos que desean lograrse.
La creatividad es un cúmulo de experiencias que no siempre
tienen que ver con procedimientos o serie de pasos definidos para poder
explotarla.
El campo donde me encuentro ahora está lleno de dinamismo,
cambio y transformación.
La creatividad -pienso- es todo esto y mucho más, así que me
hallo en la tierra adecuada para su gestación.
El objetivo es comprender mucho más en torno a las
circunstancias y mecanismos que definen la creatividad en el mayor rango de
disciplinas que sea posible.
La sensación que experimento en este momento es equiparable
a la visita a los conceptos surrealistas
en el sentido puro.
Mi mente divaga en todas direcciones. Hay tanta información
que procesar.
A pesar de la confusión, se han buscado actividades, tiempos
y secuencias disciplinares que puedan complementarse entre sí, en el intento de
conseguir un equilibro creativo.
Imposible. Por lo menos, en apariencia en este primer
momento.
La experiencia es fascinante.
Tantos caminos que se abren como infinitas posibilidades.
La creatividad se multiplica cuando el horizonte se expande
de igual manera.
Una decisión súbita, pero fantástica.
Escucho:
Heaven sent
you / Donna Lewis
Lovefool / The
Cardigans
Those sweet
words / Norah Jones
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