Tras una semana complicada, hemos comenzado a escribir, de
nuevo.
Lo primero que hicimos fue tomar la cámara, y obtener
algunas instantáneas. Eso, definitivamente, nos hizo sentir mejor.
Las reuniones con personas queridas, antes distanciadas y
ahora cercanas, han sido gratas.
Luego –por petición
de los receptores–, transcribimos
los mensajes enviados.
Ha sido difícil la comprensión de lo acontecido.
Las sesiones de tutorías
emergentes, han ayudado también.
Todo ha sido confuso, pero a la vez ordenado, al mismo
tiempo.
Me refiero que todo acontece como se supone que debe
acontecer, y aunque no lo entendamos en el momento en que sucede, en el fondo
existe la certeza de que las cosas marchan bien.
Gracias a todos por el tiempo obsequiado, las palabras, por
ser parte de este proceso transitorio.
Ha sido complicado aprender la lección que nos ha puesto delante el destino: dejar de ser momentáneamente tú, y ponerte en el sitio de los demás.
Escucho:
Goodbye my
love / Tyler Bates
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