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domingo, 24 de febrero de 2019

¿Por qué renuncié a ser un arquitecto y enseñar Arquitectura?


Ha sido la pregunta que muchas personas me han hecho a través de los meses, a dos años de distancia.
La respuesta como siempre lo he manifestado no es sencilla. Y hasta ahora, había decidido mantener silencio con respecto al tema.
Decidí abandonar el contexto laboral que consideré mi familia a lo largo de quince años. Una institución educativa que siempre califiqué de alto nivel, fundamentada en valores, y que fungió como un pilar esencial en mi vida, no sólo porque gracias a ella obtuve mi constancia de Educación de Bachillerato y mi pasión por la Enseñanza, sino porque mi padre fue elemento activo en ella, y recibiendo clases directas de él, como catedrático, me enseñó el valor mismo de la Educación, y el compromiso que, como estudiante, tienes de ti mismo, como futuro miembro activo de la Sociedad.

Siendo miembro fundador del programa educativo en donde laboré, conector para la gestoría de encuentros arquitectónicos a nivel nacional, haber ganado un concurso de Diseño Arquitectónico y Urbano a nivel Estatal, representado a la institución a nivel nacional en procesos de Evaluación terminal, rediseñado el programa educativo de Arquitectura, coordinado de manera adjunta el programa, haber sido miembro y parte de una mesa directiva dentro del Colegio de Arquitectos de Hidalgo, y otros logros menores, llegas a entregar tu Vida y sentirte parte de una familia, con la que compartes lo que eres, en calidad espacial y temporal.

Como todo en la Existencia humana, el Mundo evoluciona.
No pude aceptar seguir la dirección a donde dicha Evolución, me llevaba.
Un sitio que cada año, cada momento, me obligaba a deshacerme de aquellos principios humanos que la vida me fue legando paulatinamente, en aras de concentrarse exclusivamente en `aquello que te corresponde hacer, sin que hagas más, porque no es tu papel hacerlo´.
Como arquitecto, aprendí a ser más de lo que el proyecto me exigía. No me refiero únicamente a la parte constructiva, sino a lo más importante: ser humano. Entender las situaciones, las pautas de diseño desde el origen, desde los cimientos humanos que les otorgaron sentido (o falta de él) o Vida. Siempre consideré que la Teoría de la Arquitectura era mucho más que comprender el contexto de las obras arquitectónicas, al grado de enseñar las pautas de diseño a través de la Música y el entorno humano circundante y definitorio en él. Mis herramientas didácticas siempre fueron más allá de lo meramente técnico, en busca de profundizar sobre pautas actitudinales, reflexivas, de expresión, y de comunicación humana. En ese sentido, siempre fueron radicales.

Fue en este paso donde todo falló. Las discusiones, las diferencias, las críticas, por entregar más de lo que se solicitaba. Un programa educativo diseñado en soledad, por comodidad de los participantes, porque `confiamos en él´, o porque `si puede hacerlo, que lo haga, no nos importa, porque no tenemos tiempo de hacerlo nosotros´. Ahora siendo criticado y despedazado y considerado mal en su concepción.

Las actitudes sociales dentro de la institución y el programa que vi nacer, mutando lentamente, donde las actitudes de cercanía e interacción humana paulatinamente desaparecían, dando cabida a la excelencia a través del cumplimiento de los parámetros y estándares fríos y deshumanizados. Y qué decir de los intereses personales de unos pocos. Coeficientes de permanencia, índices de reprobación y coeficientes de egreso, fueron números que desplazaron poco a poco las charlas, las opiniones conjuntas y los esfuerzos personales conjuntos por profundizar y apoyar en las cuestiones humanas que fungen de origen y pautas en las mediciones numéricas, y que son la base conceptual del trabajo de diseño arquitectónico. Sólo escuché por todas partes: `no te cuestiones por qué los usuarios repiten las acciones, limítate a cumplir las necesidades, diseñando los espacios. No es tu trabajo cuestionar el origen, sólo resolver el problema´. ¿Alcanzan a verlo? Se hace nada por anticiparse y abordar el conflicto antes de que éste siquiera exista.

No pude continuar observando cómo lo técnico asesinó a lo humano.
Las críticas, las palabras y las opiniones abiertas sobre mi trabajo, ahora visto como ineficiente y pésimo, mientras actitudes de estandarización sentaban las bases de plataformas de mediocridad y estrategias repetitivas de enseñanza y aprendizaje, sin alma, sin verdadero contenido humano y reflexivo y de evaluación.
Y la calidad decadente de las clases dentro de las aulas, en actitudes y en medios y herramientas de enseñanza de contenidos.
Repetición infinita, cantidades exorbitantes, especificaciones ininteligibles, ante todo.

No pude soportar ser parte de una educación que, al recibirla dentro de mi propia formación profesional, juré transformar para bienestar de los seres humanos que la recibirían, y de quienes incluso serían benefactores de ella, al recibir servicios profesionales de seres humanos aptos, pero sobretodo, conscientes. Sereno me muestro con mi tutora de tesis de Maestría, porque hasta el último día de mi actividad arquitectónica académica y profesional, satisfice su sentencia de `posees una gran responsabilidad en tus manos, de buscar y luchar siempre por el Bienestar y Desarrollo de la Educación en la Arquitectura´.
Cumplí cabalmente.
Y renunciar, fue seguir cumpliendo, por no ser capaz de fallar por omisión obligada de las circunstancias.

Y más importante: no pude mirar cómo se asesina a la Creatividad, que no es otra cosa, sino sinónimo de Calidad Humana.

La Arquitectura es más que diseño y construcción. Para mí, la Vida me ha legado la enseñanza de que la Arquitectura es una comprensión profunda del Cosmos, no desde el punto de vista tectónico, sino, humano.

Me queda claro que no alcanzaré los destinos que otros alcanzarán, porque no cuento con el Tiempo suficiente para hacerlo. Ni tampoco el interés. Sin embargo, el punto en el que me encuentro ahora, me ha legado aprendizaje, me ha hecho saber que cada uno de nosotros habita el Espacio del que necesita aprender personales lecciones, aprendizaje esencial para su avance individual, acorde a sus propios recursos y circunstancias. Lo aprendido en el sitio y tiempo donde me encuentro ahora, ha representado una oportunidad de comprensión infinita. Cada quien decide dónde y por cuánto tiempo permanecer habitando un espacio.
Aplica en la permanencia en la propia Vida.

Yo me considero no conformista.
Así como un arquitecto debe conocer primero su propio Espacio personal antes de atreverse a diseñarlo para otras personas, un ser humano, antes de buscar y sentirse parte de una familia, requiere integrarse primeramente al Cosmos de una manera holística y sumamente profunda, encontrar su ubicación, papel y misión dentro del Universo, para, posteriormente, decidir qué tipo de familia desea, se integre a su vida.

La Arquitectura me enseñó que su esencia va mucho más allá de nuestro propio raciocinio.
Podremos estudiar su licenciatura, maestría, o doctorarnos, o ganar décadas de experiencia y especialización en diversos rubros, o consolidarte en actividad de enseñanza por toda una vida. Moriremos sin siquiera comprender su Verdad, porque no nos interesa comprender las verdades que representamos como seres humanos, y como Humanidad. Después de todo, la Arquitectura es la construcción del reflejo espiritual del Ser humano.

Cada quien construye aquello que no desea que muera, pero toda Vida, se requiere que llegue a la Muerte. La Eternidad es Arrogancia, y la Vida, al no librarse de dicha emoción, es un sufrimiento y calvario, perpetuo y ruin.

Escucho:
Steppin´ out | Joe Jackson
Automatic | Amy Macdonald
Freedom | Wham!
Games people play | The Alan Parsons Project

sábado, 9 de febrero de 2019

Lo que anhelo...

Una noche difícil.
Lo único que anhelo es tranquilidad. Sólo eso.
Indescriptible cómo la Música te provee de quietud y centro.
Desde luego, comprar un buen libro [una biografía de un músico por cierto], te ayuda a centrarte en aquello que vale la pena sufrir, mientras se vive, mientras escuchas un buen álbum.


Imagen editada digitalmente, original tomada de la liga:

Escucho:
Butterflies | Oh, what a world || Kacey Musgraves

Cinco manifestaciones en mi vida

Por momentos pesa contabilizar, además de descubrir en tu discurso de vida, testimonios de más de cuarenta años de vida. Algunas mañanas, al despertar, las experiencias parecieran ser demasiadas para cargarlas en tus hombros. Otros días, despiertas y sonríes por todas las memorias que habitan en tu cabeza y en tu corazón, porque todas ellas definen quién decides ser en realidad en este único presente.

Desde hace días, he tenido la misma idea en la mente. Compartir cinco álbumes que han entrado en mi vida de manera fuerte y definitiva, y que posiblemente hayan transformado mi personal perspectiva de mirar y comprender el Mundo que me rodea.
Llama la atención que los álbumes elegidos abarcan un período de veintitrés años, pero como el lector podrá descubrir tres de ellos datan del mismo año, dos mil dieciséis. Una peculiar y extraña coincidencia, quizá apocalíptica.
Desde luego, no son álbumes que considero los mejores del ámbito musical, pero en mi propia experiencia personal y humana estas cinco producciones definitivamente dieron un giro a las cosas, y expresan elementos del contexto (en todos los sentidos) que por lo menos para mí hablan de saltos e innovaciones en la forma de habitar, de interpretar todo lo que nos rodea, desde un punto de vista conceptual y humano.

Habrá que analizarlos a detalle, pero todos ellos involucran sonidos, conceptos e ideas, que han roto los moldes del medio inmediato en el que vieron la luz. Fueron considerados álbumes distópicos, que reflejaron cruda, pero fielmente, aspectos contextuales no comunes en las expresiones artísticas contemporáneas a ellos.
El lector que los profundice, o que simplemente se dé la oportunidad de escucharlos, podrá manifestar que no son producciones artísticas míticas, de la talla de álbumes como The dark side of the moon de Pink Floyd por ejemplo. Precisamente por eso, por ser álbumes de tallas menores, casi ordinarios, pero que en la sencillez y limitado alcance de su lanzamiento, consiguieron romper los límites impuestos por un mundo civilizado, altamente competitivo, abierto a la vez que voraz, cuya Crítica hormiga es un común denominador que hoy por hoy destruye paulatinamente a nuestras sociedades desde la base de su existencia.

En fin, sólo es un pensamiento al aire, un puñado de álbumes que aún hoy cada que los escucho, continúan moviendo, estimulando de manera molesta algo en mi interior, como recordándome que yo mismo no estoy de acuerdo del todo con las cosas que hago, porque siempre tal vez de la misma forma inconsciente me esfuerzo por dar más allá de lo que yo  mismo espero de mí, convirtiendo mi propia presencia en un acto de rebelión, de cierta irreverencia social, de crítica hacia lo que acontece, no en el sentido negativo, más bien como simple y sencilla inconformidad ingenua, que al final siempre termina dando frutos a donde sea que las semillas se siembren.


ACTUALIZACIÓN.
Las imágenes eran necesarias.
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Walking Wounded. Everything but the Girl. 1996.

El grupo favorito que me conmovió con su éxito Missing [irónicamente incluido en el álbum inmediato anterior a éste], y que se apoderó de mi cabeza y mi ser a lo largo de toda una etapa de cambios y discordancias juveniles, casi adolescentes, algunas de las cuales aún despiertan cierto arrepentimiento en mi lista de experiencias acontecidas.
Para muchos, la transición profunda y definitiva hacia un mundo completamente electrónico y vacío que llevaría a Everything but the Girl a desaparecer. Para mí, un álbum revelador, que me ponía de frente ante un universo que hasta entonces no había descubierto, y que, lejos de ser vacío y repetitivo, se convirtió en una fuente de inspiración fuertemente enfocada hacia la Abstracción, la Síntesis y el Minimalismo, sellos de muchos de los proyectos y decisiones personales, sobre todo en los recientes años.

Imagen tomada de la liga:
http://www.noise11.com/news/everything-but-the-girl-to-re-release-early-albums-20120426


Channel Orange. Frank Ocean. 2012.

Considerando el legendario año, idea colectiva del fin del mundo como lo conocemos, este álbum representó un puñado de melodías completamente ajenas a la realidad, pero hermosamente rítmicas y armónicas, dentro de un contexto bizarro, y altamente ambiguo y confuso.
Pyramids, sencillo que representó la llave maestra de entrada a este concepto, golpeó mi mente y ambiente conceptual como escasísimos temas lo han hecho. Jamás olvidaré la ocasión en que escuché el tema en su versión íntegra. La impresión fue tal, que debí ciclarlo unas siete u ocho veces en el estéreo. El resto del álbum, fue para mis sentidos, un viaje psicodélico introspectivo y hermosamente compuesto, que, fue monstruosamente ruidoso, gracias a una reinterpretación de los más profundos silencios humanos cotidianos. Toda una travesía de la que aún en algunas madrugadas, me percato de ello no despierto del todo.

Imagen editada digitalmente, original tomada del sitio:
https://www.tumblr.com/search/frank%20ocean%20artwork


Better strange. James Supercave. Febrero 2016.

El año dos mil dieciséis es quizá en mi línea de vida, esa señal cataclísmica que trae consigo mensajes que transforman la existencia misma. Cabe mencionar que este álbum se ubica en tercero por orden cronológico, pero es el cuarto en conocer, de los cinco que he elegido. He descubierto a James Supercave hace apenas escasos cuatro meses.
No podría hacer justicia a las sensaciones y experiencias que este álbum despertó en mi persona. Es una revelación en todo sentido. Es banal, profundo, indie, progresivo, humilde a la vez que arrogante. Todo al mismo tiempo. Una colección dedicada al hermoso caos sinsentido de nuestras sociedades. Destaca su sonido sucio y su ritmo basado en los loops electrónicos, que, cual tambores propios de los chamanes, alteran tu realidad, llevándote a ambientes más allá de la existencia inmediata. Jamás pensé en mi vida escuchar y llegar a estimar algo como esto.

Ouroboros. Ray LaMontagne. Marzo 2016.

Ray LaMontagne es el Sting de la década de los ochenta, que me llevó de nueva cuenta a un nuevo origen en el mundo de la Música. El compilatorio Fields of gold es el primer álbum que compré, y que inauguró mi colección de CD´s. Ouroboros es, por su parte una joya en todo sentido. El álbum más íntimo y humano, que haya escuchado a lo largo de la última década.
Conmovedor por la Perfección de su concepto, su escritura, su ejecución y el Arte visual que lo acompaña, fue para mí el mejor álbum del año respectivo, además de escalar infinidad de puestos en mi lista de álbumes escenarios en el desastre existencial que representa mi propia vida. La guitarra por primera vez en mi existencia humana literalmente me hizo derramar intensas lágrimas, mezcla de Alegría, Melancolía y Dolor.

Imagen editada digitalmente, original tomada del sitio:
https://www.merchbar.com/rock-alternative/ray-lamontagne/ray-lamontagne-the-ouroboros-tour-2016-raleigh-nc-poster

The colour in anything. James Blake. Mayo 2016.

El último de los álbumes. El más reciente en todo sentido.
Debo decir que arruinó mi vida y me arrancó un intenso dolor de cabeza cuando lo escuché por primera vez. Ahora, es uno de los favoritos. De esas anomalías que odias por su terquedad hermosa. Repetición como base agotadora de todas las cosas. En la Repetición habita y se manifiesta Dios mismo. Quizá somos tan primitivos, que la Repetición continúa fungiendo como la única herramienta para acceder a lo más profundo de nuestra mente, y por ende de nuestro ser.
Una mezcla perfecta entre objetividad y subjetividad. El piano como voz interceptada, interferida, distorsionada y destruida-deconstruida que me hizo reinterpretar literalmente mi propia realidad. Y el Arte visual… destruyó mis ojos conceptuales. Al escuchar este álbum, no sé si ser feliz, retrospectivo, melancólico o triste. Definitivamente tu vida se interrumpe, se detiene, mientras lo escuchas.
Simplemente me siento, lo disfruto, dejándome llevar a una experiencia totalmente inusual y alterada de la realidad.

Increíble que cinco sencillos álbumes, hayan conseguido destruir tanto, y despertar tras la Destruccióna la Reflexión.

Escucho:
Walking wounded. The álbum | Everything but the Girl
Honey love | R. Kelly & Public Annoucement
Black balloon | The Goo Goo Dolls

jueves, 7 de febrero de 2019

Casi un relámpago...

Tardé un poco en escribir esta nota. Debía tomarme el tiempo necesario para asimilar un obsequio como éste, disfrutarlo, profundizarlo.
La propuesta de Carlos Sadness es atípica en mi colección de CD´s, pero ha resultado ser un puñado de melodías gratas, versátiles y extremadamente humanas. Un conjunto de composiciones desde la sinceridad, basadas en analogías y metáforas, que viajan por diversas escalas y matices emotivos, desde la Alegría y la despreocupación, hasta la Melancolía y la Reflexión profunda.
Un mero concepto científico que puede transformarse en una cita poética que expresa un cúmulo de sentimientos, de emociones reprimidas, convertidas en canciones que vuelan raudas, en diversos formatos y géneros, pero con una constante en común: su magnífica honestidad.

Tenías razón, Ángel, todas las canciones parecen haber sido escritas para fungir como trasfondo de diversos momentos personales, y únicos. Casi íntimos.
Un álbum que pretende partir de ideas y memorias colectivas, afines a todos nosotros, evolucionando de acuerdo a nuestras propias experiencias personales. En esto, mi amigo amigo tiene razón: en cada melodía puedes encontrar Identidad, una o varias circunstancias que hacen de esa canción, parte de ti, o quizá tú parte de ella.

Composiciones simples, armoniosas, cuyo ingenio, en medio de lo científico y lo metafórico, nos obsequian cuadros acústicos que rayan en lo conceptual, alimentando nuestras vivencias con panorámicas diversas, reflexiones que, ora simplonas, a veces sumamente meditativas, otrora agradablemente rítmicas, nos llevan a redescubrir la mecánica humana de vivir, percibir y re interpretar la Vida que tenemos y que parece escurrirse entre nuestras manos...

Definitivamente me quedo con 'El relámpago', una especie de balada, de esas cuya armonía puede despertarte a las tres de mañana, y, mientras llueve, observar perdidamente la infinitud de la Ciudad, preguntándote quién eres, dónde estás, y qué te depara el Destino para el siguiente día de tu Vida, porque en la Música, puedes redescubrir lo hermoso que es vivir, eso es definitivo...


Imagen ilustrativa, tomada de la liga-cuenta en Twitter @CarlosSadness:

Escucho:
El relámpago | Pompeia || Carlos Sadness
Mile high | James Blake & Metro Boomin & Travis Scott