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sábado, 9 de febrero de 2019

Cinco manifestaciones en mi vida

Por momentos pesa contabilizar, además de descubrir en tu discurso de vida, testimonios de más de cuarenta años de vida. Algunas mañanas, al despertar, las experiencias parecieran ser demasiadas para cargarlas en tus hombros. Otros días, despiertas y sonríes por todas las memorias que habitan en tu cabeza y en tu corazón, porque todas ellas definen quién decides ser en realidad en este único presente.

Desde hace días, he tenido la misma idea en la mente. Compartir cinco álbumes que han entrado en mi vida de manera fuerte y definitiva, y que posiblemente hayan transformado mi personal perspectiva de mirar y comprender el Mundo que me rodea.
Llama la atención que los álbumes elegidos abarcan un período de veintitrés años, pero como el lector podrá descubrir tres de ellos datan del mismo año, dos mil dieciséis. Una peculiar y extraña coincidencia, quizá apocalíptica.
Desde luego, no son álbumes que considero los mejores del ámbito musical, pero en mi propia experiencia personal y humana estas cinco producciones definitivamente dieron un giro a las cosas, y expresan elementos del contexto (en todos los sentidos) que por lo menos para mí hablan de saltos e innovaciones en la forma de habitar, de interpretar todo lo que nos rodea, desde un punto de vista conceptual y humano.

Habrá que analizarlos a detalle, pero todos ellos involucran sonidos, conceptos e ideas, que han roto los moldes del medio inmediato en el que vieron la luz. Fueron considerados álbumes distópicos, que reflejaron cruda, pero fielmente, aspectos contextuales no comunes en las expresiones artísticas contemporáneas a ellos.
El lector que los profundice, o que simplemente se dé la oportunidad de escucharlos, podrá manifestar que no son producciones artísticas míticas, de la talla de álbumes como The dark side of the moon de Pink Floyd por ejemplo. Precisamente por eso, por ser álbumes de tallas menores, casi ordinarios, pero que en la sencillez y limitado alcance de su lanzamiento, consiguieron romper los límites impuestos por un mundo civilizado, altamente competitivo, abierto a la vez que voraz, cuya Crítica hormiga es un común denominador que hoy por hoy destruye paulatinamente a nuestras sociedades desde la base de su existencia.

En fin, sólo es un pensamiento al aire, un puñado de álbumes que aún hoy cada que los escucho, continúan moviendo, estimulando de manera molesta algo en mi interior, como recordándome que yo mismo no estoy de acuerdo del todo con las cosas que hago, porque siempre tal vez de la misma forma inconsciente me esfuerzo por dar más allá de lo que yo  mismo espero de mí, convirtiendo mi propia presencia en un acto de rebelión, de cierta irreverencia social, de crítica hacia lo que acontece, no en el sentido negativo, más bien como simple y sencilla inconformidad ingenua, que al final siempre termina dando frutos a donde sea que las semillas se siembren.


ACTUALIZACIÓN.
Las imágenes eran necesarias.
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Walking Wounded. Everything but the Girl. 1996.

El grupo favorito que me conmovió con su éxito Missing [irónicamente incluido en el álbum inmediato anterior a éste], y que se apoderó de mi cabeza y mi ser a lo largo de toda una etapa de cambios y discordancias juveniles, casi adolescentes, algunas de las cuales aún despiertan cierto arrepentimiento en mi lista de experiencias acontecidas.
Para muchos, la transición profunda y definitiva hacia un mundo completamente electrónico y vacío que llevaría a Everything but the Girl a desaparecer. Para mí, un álbum revelador, que me ponía de frente ante un universo que hasta entonces no había descubierto, y que, lejos de ser vacío y repetitivo, se convirtió en una fuente de inspiración fuertemente enfocada hacia la Abstracción, la Síntesis y el Minimalismo, sellos de muchos de los proyectos y decisiones personales, sobre todo en los recientes años.

Imagen tomada de la liga:
http://www.noise11.com/news/everything-but-the-girl-to-re-release-early-albums-20120426


Channel Orange. Frank Ocean. 2012.

Considerando el legendario año, idea colectiva del fin del mundo como lo conocemos, este álbum representó un puñado de melodías completamente ajenas a la realidad, pero hermosamente rítmicas y armónicas, dentro de un contexto bizarro, y altamente ambiguo y confuso.
Pyramids, sencillo que representó la llave maestra de entrada a este concepto, golpeó mi mente y ambiente conceptual como escasísimos temas lo han hecho. Jamás olvidaré la ocasión en que escuché el tema en su versión íntegra. La impresión fue tal, que debí ciclarlo unas siete u ocho veces en el estéreo. El resto del álbum, fue para mis sentidos, un viaje psicodélico introspectivo y hermosamente compuesto, que, fue monstruosamente ruidoso, gracias a una reinterpretación de los más profundos silencios humanos cotidianos. Toda una travesía de la que aún en algunas madrugadas, me percato de ello no despierto del todo.

Imagen editada digitalmente, original tomada del sitio:
https://www.tumblr.com/search/frank%20ocean%20artwork


Better strange. James Supercave. Febrero 2016.

El año dos mil dieciséis es quizá en mi línea de vida, esa señal cataclísmica que trae consigo mensajes que transforman la existencia misma. Cabe mencionar que este álbum se ubica en tercero por orden cronológico, pero es el cuarto en conocer, de los cinco que he elegido. He descubierto a James Supercave hace apenas escasos cuatro meses.
No podría hacer justicia a las sensaciones y experiencias que este álbum despertó en mi persona. Es una revelación en todo sentido. Es banal, profundo, indie, progresivo, humilde a la vez que arrogante. Todo al mismo tiempo. Una colección dedicada al hermoso caos sinsentido de nuestras sociedades. Destaca su sonido sucio y su ritmo basado en los loops electrónicos, que, cual tambores propios de los chamanes, alteran tu realidad, llevándote a ambientes más allá de la existencia inmediata. Jamás pensé en mi vida escuchar y llegar a estimar algo como esto.

Ouroboros. Ray LaMontagne. Marzo 2016.

Ray LaMontagne es el Sting de la década de los ochenta, que me llevó de nueva cuenta a un nuevo origen en el mundo de la Música. El compilatorio Fields of gold es el primer álbum que compré, y que inauguró mi colección de CD´s. Ouroboros es, por su parte una joya en todo sentido. El álbum más íntimo y humano, que haya escuchado a lo largo de la última década.
Conmovedor por la Perfección de su concepto, su escritura, su ejecución y el Arte visual que lo acompaña, fue para mí el mejor álbum del año respectivo, además de escalar infinidad de puestos en mi lista de álbumes escenarios en el desastre existencial que representa mi propia vida. La guitarra por primera vez en mi existencia humana literalmente me hizo derramar intensas lágrimas, mezcla de Alegría, Melancolía y Dolor.

Imagen editada digitalmente, original tomada del sitio:
https://www.merchbar.com/rock-alternative/ray-lamontagne/ray-lamontagne-the-ouroboros-tour-2016-raleigh-nc-poster

The colour in anything. James Blake. Mayo 2016.

El último de los álbumes. El más reciente en todo sentido.
Debo decir que arruinó mi vida y me arrancó un intenso dolor de cabeza cuando lo escuché por primera vez. Ahora, es uno de los favoritos. De esas anomalías que odias por su terquedad hermosa. Repetición como base agotadora de todas las cosas. En la Repetición habita y se manifiesta Dios mismo. Quizá somos tan primitivos, que la Repetición continúa fungiendo como la única herramienta para acceder a lo más profundo de nuestra mente, y por ende de nuestro ser.
Una mezcla perfecta entre objetividad y subjetividad. El piano como voz interceptada, interferida, distorsionada y destruida-deconstruida que me hizo reinterpretar literalmente mi propia realidad. Y el Arte visual… destruyó mis ojos conceptuales. Al escuchar este álbum, no sé si ser feliz, retrospectivo, melancólico o triste. Definitivamente tu vida se interrumpe, se detiene, mientras lo escuchas.
Simplemente me siento, lo disfruto, dejándome llevar a una experiencia totalmente inusual y alterada de la realidad.

Increíble que cinco sencillos álbumes, hayan conseguido destruir tanto, y despertar tras la Destruccióna la Reflexión.

Escucho:
Walking wounded. The álbum | Everything but the Girl
Honey love | R. Kelly & Public Annoucement
Black balloon | The Goo Goo Dolls

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