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sábado, 5 de febrero de 2011

Simbiosis

A mi mente vuelven los recuerdos de hermosos momentos y pasajes vividos durante los últimos cinco años de mi vida. No existe un motivo especial para traerlos al presente, sólo la nostalgia y la melancolía de aquello que miré, y que engrandeció al alma en sobremanera.

Esto me ha llevado a reflexionar en torno a la idea personal de lo que el Espacio significa para mí. Y no hablo sólo de mi postura como arquitecto, sino de la relación que desde pequeño he entablado con él, como simple ser humano.

El espacio es un concepto abstracto, repleto de significado cognoscitivo, además de sensorial. No es lo mismo hablar de sitio, o lugar. Estos dos últimos conceptos son expresiones de simples presencias físicas que tienen cabida en la existencia del Hombre, y que despiertan en él experiencias básicas como la supervivencia y la necesidad, en todas sus variantes. Requerimientos de orden fisiológico, me refiero.

El Espacio es más orgánico, fluido. Es una presencia subjetiva, casi sensorial, que destila experiencias de orden estético, relacionadas con necesidades de tipo psicológico y espiritual.

Hace un par de días debatía con mis estudiantes de Teoría de la Arquitectura I, sobre los pormenores del concepto de Espacio. Llegaron a la conclusión que es un elemento que entabla una relación simbiótica con el Hombre. El Espacio obtiene su valor del mismo valor que el Hombre se otorga a sí mismo. El Espacio es esencial conforme el Hombre le otorgue presencia y significado. La Arquitectura tiene como meta manipular su materia prima: el Espacio, y éste es comprendido como una serie de aspectos cognoscitivos y sensoriales que conforman todo un lenguaje. ¿Visual, sonoro, táctil…?

Considero que el Espacio va más allá de aquello que se experimenta de maneras sensoriales.

No es casualidad que en el libro `Viento, Letras & Delirio´ haya tocado el tema del Espacio. No importa que la mini-ficción haya sido la herramienta. La reflexión es mucho más profunda que la simple forma del texto. El Espacio en verdad viaja hacia esferas mucho más complejas que lo meramente sensorial y sensitivo.

Cada hombre, y cada grupo de hombres, crean, diseñan y ponen en práctica, validando sus principios, aquellas ideas y concepciones del mundo y del cosmos. El Arte será una valiosa herramienta para conceptualizarlo todo, pero carece de algo que sólo el Espacio posee: una esencia útil.

Esta utilidad lleva las ideas y principios humanos a un nuevo nivel, ya que son sometidos a la cotidianidad de la vida social para probar su eficacia como medios para comprender al Mundo, sin dejar de lado el orden sensorial, que al final -o más que nada, al principio- es la puerta que nos permite comenzar la lectura de esta situación.

El Espacio es entonces esa extensión, de índole corporal y metafísica, que explica la esencia del Ser Humano que lo crea y le da sentido. Porque el Espacio sólo es creado cuando el Hombre deposita en él, elementos que lo convierten en ese cúmulo de objetos, ideas y experiencias no dichas, pero que coexisten con la realidad, o realidades, que le rodean.

Escucho: Forever / Vertical Horizon


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