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domingo, 27 de octubre de 2013

El romance más largo de mi vida

Un colega mío me obsequió hace algunos meses un libro. En general un libro es para mí uno de los mejores obsequios que puedo recibir. Este libro en particular me ha hecho reflexionar y valorar un aspecto de mi vida que dio inicio tiempo atrás, apenas.
Y es que me he percatado que la natación tema central del libro/obsequio es el romance más largo que he mantenido.
Seis años ya desde que me decidí a acercarme a este deporte. Al inicio fue sólo por curiosidad. Me dediqué poco al deporte a lo largo de mi vida. Acercamientos con el basquetbol y el tenis. Tres años con el primero. Noviazgo de cinco con el segundo.
La natación es la relación más duradera que he entablado con un deporte. Lo considero un logro, tomando en cuenta que jamás tuve pinta de atleta, y mucho menos el físico para invertir demasiado tiempo en algún deporte.
Hasta ahora.
Es extraño que la gente que te ha conocido, y te mira cumplir la rutina diariamente, te vea como un nadador, y peor aún te considere como tal. Precisamente hace un par de días, alguien me prestaba un libro relacionado con el deporte. Ahora soy consciente de la escasa bibliografía en relación a esta disciplina.
Ha sido una tarea ardua mantenerse constante nadando. No es sencillo, y requiere alta disciplina, perseverancia, y considero esencial paciencia.
Ahora es parte de mi cotidianidad, como lo fue en su momento descubrir el gusto por la Música o la habilidad de la escritura.
Disfruto en sobremanera la natación, alternándola con otras actividades que me apasionan.
Es una manera integral de trabajar la dualidad mente-cuerpo.
Definitivo.

Imagen modificada digitalmente, original tomada del sitio:

Escucho:
Ingenue / Atoms for peace

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