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domingo, 6 de diciembre de 2015

Finales. Y sueños

Ha sido un año difícil, complejo. Extraño.
Es extraño de igual manera contar con una dosis doble de Coldplay en menos del mismo año…
Me encuentro escuchando `A head full of dreams´, su más reciente trabajo tras su álbum `Ghosts´.
¿Las impresiones?
Vienen a mi mente aquellos tiempos de A rush of blood to my head, y una idea que comenzó siendo buena, que ahora posee demasiados A lot of something
Ghosts me pareció silencioso, sincero, casi invisible.
Un álbum que me conmovió desde la primera vez que lo escuché, en una tarde gris, áspera y olvidable.
Olvidable quizá han sido las últimas cincuenta y tantas semanas de mi vida, donde todo transcurría en un mismo tono, sin color, sin alegría o motivación alguna.
Ayer por lo tanto me he sorprendido escuchando a Coldplay toda la tarde tras una travesía igualmente extraña y olvidable.
Considero afortunado contar con un poco de color en mi existencia en este momento insólito donde un año concluye con un set de circunstancias que me regresan al origen de todo aquello que comenzó como un sueño hecho realidad, hace poco más de una década.
Una década…
¿Tanto tiempo ha acontecido desde entonces?
`A momentary lapse of reason´, diría Pink Floyd.
Distractores existen por doquier. Con alguien charlaba sobre ellos hace algunas horas.
He hablado con tantas personas en los recientes días. Demasiadas.
Y he vuelto a escuchar Música con los oídos del espíritu.
Será por ello que regresé a Coldplay. La misma plataforma que me cobijó alguna vez.
Una oleada de sangre a mi cabeza, Un cielo lleno de estrellas, Una cabeza llena de ideas
Los distractores me llevaron por caminos diversos, por aprendizajes nuevos, a consolidaciones requeridas… y me regresan al mismo punto, una y otra vez.
Al objetivo real de la Misión.
Al inicio del camino, donde todo comenzó hace tiempo.

Escucho:
Up&Up / Kaleidoscope / Always in my head [Live at The Royal Albert Hall] // Coldplay

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