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viernes, 29 de septiembre de 2017

Nude

Originalmente el aire es puro. Los bosques verdes, en colores brillantes.
Y el hecho de que sea casi Otoño cuando escribo esta nota, no tiene nada que ver en la reflexión.
La luz del Sol purifica, así como coadyuva a la producción del aire que respiramos, y que permite la Vida.
Sonará extraño, bizarro y quizá mezquino, pero, a estas alturas de mi existencia, me esfuerzo tanto en mostrarme a la gente desnudo, libre de cubiertas, con un cuerpo pleno, sano, y un bienestar perdido, que quiere ser recuperado.
Porque después de lo vivido, no me importa más que limpiar mi espíritu, librar mi presencia física de arrebatos y prejuicios, de estupideces que definieron y dominaron la razón y el camino real transitado. ¿Cómo podemos vivir en una cotidianidad que impide que mostremos sin pudor, lo que en verdad somos?
Cubrimos nuestro ser con mentiras, hipocresía, engaños y juicios idiotas que nos convencen de responsabilizar a otros de lo que a nosotros mismos nos compete.
Liberarnos de todo ello, como la copa del árbol se libra de las hojas secas y raídas.
Si pudiéramos sólo eso…

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