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sábado, 20 de febrero de 2021

S E R


Navegando un poco en una tarde complicada, por azares del Destino, arribé a la propuesta de Steven Wilson, de quien jamás había escuchado antes, y a quien al inicio de manera completamente errónea relacioné con el líder de Semisonic, una de mis bandas favoritas.
 
No recuerdo con exactitud la melodía o el álbum que escuché como primer acercamiento a él, pero me llamó la atención dentro de su discografía, que acabara de publicar un proyecto. Después de escuchar un par de sus discos, me dirigí directamente al `The Future bites´.
Lo que escuché me dejó anonadado.  

La colección de temas me pareció demasiado para procesar en ese momento. Hacía tiempo que no escuchaba un álbum similar, que me hiciera conectar de inmediato con el contexto contemporáneo, vigente, de la propuesta.
Ideas, emociones, sensaciones de este Presente, vinieron inmediatamente a mi mente al escuchar los temas. El vídeo de `Self´ fue una experiencia conceptual surrealista, ligada a nombres de la talla  de Robert Downey Jr. Un tipo hablando de la Superficialidad, la Banalidad y el contexto que define la Realidad en la que actualmente vivimos, de una manera tan brutal, pero calmada. Extremadamente actual.
 
Uno de esos álbumes que necesitas escuchar varias veces para comenzar a asimilarlo. Por ratos encontré guitarras a la Pink Floyd, otrora, acordes con remembranza a Marillion. Entre progresivo-electrónico, The Future bites me llevó a rincones de mi propia psique, para encontrar mensajes que no creí hallar jamás ahí.
 
Lo primero que hice fue tomar el álbum como soundtrack original para comenzar a ilustrar aquel proyecto íntimo que rescaté del baúl oculto del escritorio de trabajo, con resultados satisfactorios.
Los sonidos que conforman el ambiente con el que Wilson ha empapado su álbum, es una delicia conceptual sonora que no soy capaz de dejar de escuchar, una y otra vez.
Me siento completamente conectado con la propuesta.
Los toques sintéticos, las guitarras escasas pero certeras, los coros bien ensamblados, con estrofas que dan directo en el clavo psicológico, lo acústico rayando lo electrónico.
Una daga directo al Ego del corazón.
 
Lo más cercano que había experimentado al respecto, fue cortesía de James Blake, quien hizo lo propio, abriendo mi percepción hacia un mundo acústico conceptual por completo nuevo y desconocido, de cuyo barco rehúso bajar por el momento.
 
Imagen tomada de la liga:
 
Escucho:
PERSONAL SHOPPER | Steven Wilson

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