.

.

sábado, 24 de septiembre de 2022

Detenido en 1984


Finalmente tras tres décadas o más, de tenerlo en la lista de aquello que debes hacer a lo largo de tu vida me he hecho de una hermosa edición de 1984, de George Orwell.
Confieso que la primera cuarta parte del libro no me atrapó, o quizá yo simplemente no conecté. Debo decir que llevaba poco más de dos años de haber perdido mi personal ritmo vertiginoso de lectura, así que retomarlo me costó muchísimo.
 
Ahora que he sobrepasado la mitad del libro, me siento completamente dentro de la historia, y el maravilloso ambiente social deprimente que ha creado Orwell, me ha conmovido en sobremanera.
 
Recuerdo haber leído `Crónicas marcianas´, de Ray Bradbury, y derramar las lágrimas al encontrarme con una secuencia reflexiva-filosófica donde se profundiza sobre la Fe, de una manera desplantada sobre la Religión, pero elevada a un nivel superior, considerando que se trata de una novela de Ciencia Ficción, irreverente y nada seria, convirtiéndose en todo lo contrario a esto.
 
Una secuencia de esta naturaleza fue la que me hizo conectar con 1984.
Extraordinario que un momento de Brillantez, de Consciencia y Luz, por parte de los magníficos escritores de obras como éstas, atraviesen nuestras mentes y corazones, hasta el punto de hacernos replantear nuestras perspectivas de Percepción y Entendimiento, de las circunstancias que nos rodean.
 
Son estos textos los que alimentan el Espíritu humano colectivo, que finalmente, nos llevará como lo bien expresa este libro hacia esa necesidad imperiosa de entregarnos por completo al fluir de las cosas, de la Vida, hacia un Futuro que pueda llegar mañana, o en mil años, reflexión que me lleva a entender que no existe otra prioridad más que el Presente, y que entregarse a él sin remordimientos, resistencias, ni culpas, nos hará vivir el insignificante instante que dura nuestras vidas, que integran finalmente una Totalidad superior, que escapa a nosotros, pero que depende irremediablemente de nuestra Entrega absoluta en el pequeñísimo lapso de Tiempo y Espacio que nos tocó vivir, y del que egoístamente deseamos perpetuar en una estúpida Eternidad que jamás llegará, a menos que aprendamos a morir sin más Prejuicio ni Dolor.
 
Escucho:
C'mere | Interpol
The bitter end | Placebo
Still | Foo Fighters

No hay comentarios:

Publicar un comentario