Elementos, colores, simples objetos colocados en el sitio
estratégico, adecuado, dotan al espacio de personalidad.
Me gusta el espacio personal, que cada día se gana un lugar
en mi cotidianidad humana.
Sus colores contrastantes, en contraparte con la realidad
serena y gris.
Los brillos, la contraluz, el silencio, el eco… Variables
que definen, que elevan a extraordinarios los simples momentos diarios.
Lo mismo sucede con la Vida.
Son esos momentos, instantes sueltos y azarosos, que nos
convierten en lo que somos, en lo que llegaremos a ser, gracias a la compañía,
la chispa de luz de quienes nos rodean, la esencia humana de quien estimamos, queremos,
o quizá, amamos.
Un recuerdo, un sonido, un color, o palabras significativas,
son aquellos objetos de decoración espacial que dotan a nuestro espacio, de ese
fragmento de alma que se materializa, como algo ajeno a nosotros, completamente
físico y vivencial.
Ese espacio que a diario habitaremos,
y que servirá como lienzo de las acciones, del acontecer de nuestros momentos,
pensamientos, palabras y actos.
Escucho:
Pyramids
[full version] / White featuring John Mayer // Frank Ocean
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