.

.

miércoles, 8 de julio de 2020

Tránsito y Nostalgia

Días, semanas, desde que escribí por última vez…
Tanto ha sucedido desde entonces, que me es complicado concentrarme para abordar de nueva cuenta las palabras y escribir sobre algo coherente, que tenga sentido.
Quizá lo que más duela sea la Melancolía, Nostalgia por personas y circunstancias que se han marchado de mi vida, y cuyo hueco aún duele muy dentro de mi ser.

He visto tantos amaneceres desde entonces, como tantos los recuerdos que se guardan en el archivo de la mente, atesorados por el latido tenue del corazón.
Extraño aquellos días de compañía, más bien, de acompañamiento, donde se solía hablar de temas y elementos que nos construían como seres humanos, como personas, como habitantes de circunstancias varias, siempre debatiendo, reflexionando, poniendo en tela de juicio los pensamientos mutuos, aquella Realidad que mirábamos acontecer, y de la que nos gustaba reordenar las piezas, aunque sólo fuera en divagaciones y disputas que pensé, eran inocentes y no dañinas, pero ahora lo comprendo fueron motivo de ideas y resentimientos, que se guardaron dentro, hasta que no se pudo soportar su encierro, más.

Hablé por el contrario durante los últimos meses con personas muertas, en conversaciones alargadas durante horas, sobre el Bienestar y la Integridad de ustedes, a quienes más quiero, pero que se han separado del andar sobre un camino que siempre ha dolido transitar, porque se ha hecho solo, porque a veces pienso que debe hacerse solo… como una eterna maldición de la que no se halla salida, porque el Dolor del Vacío es la moneda con la que se invierte y se paga en esta Vida.
Pasar más tiempo charlando con gente muerta, que con viva, no es sano.

Porque las cosas que se experimentan a lo largo de los sueños, de todas las pesadillas, son más que recuerdos desagradables al despertar. Son huellas de experiencias reales, surrealistas e inverosímiles, que dejan su veracidad en las marcas profundas de la superficie de mi piel que sin desearlo siquiera se sumerge en todo momento en cavilaciones no buscadas, y en ocasiones no deseadas, que dejan tras de sí, impresiones que lentamente transforman la perspectiva de la Realidad vivida.
Sí, el Dolor transforma…

Don maldito que obliga a navegar a lo largo de la existencia con reservas, callando, reprimiendo lo que se mira, arriesgándose en contadas y reflexionadas ocasiones, compartiendo lo que se guarda dentro, sólo para encontrar en todo momento, temor, prejuicio y aversión, lo que lleva siempre a tomar distancia y beber Olvido, porque el Dolor del rechazo o de la Amistad fingida puede más que la verdad de las circunstancias que jamás se comparten o se expresan.
Sí, somos seres pensantes, que regularmente prefieren ocultar en lo más profundo sus pensamientos reales.

Y así han pasado las semanas, los meses…
Hace unos minutos hablaba con una mujer sobre el encierro, la distancia, la frustración y la necedad del ser humano de sufrir, de encaminarse siempre hacia veredas non gratas, donde se lastiman las relaciones, no se valoran las riquezas emocionales, y se beben por el contrario elixires de apariencia e hipocresía, en nuestra eterna actitud de no aceptar quienes somos, y preferir cumplir las expectativas de lo que más odiamos.

Han sido días, semanas de Silencio, de profundo análisis y Reflexión.
De saberme responsable de mis errores, de lo que hice, del daño que causé, y de la imposibilidad de regresar las piezas a donde antes, eran.
Me disculpo por eso.
Sé que es demasiado tarde.
Pero no infructuoso para un hombre, aceptar lo que ha hecho, aunque el río deba continuar andando en su cauce, y las aguas, como oportunidades únicas e irrepetibles, no retornen nunca jamás a mis manos.

Escucho:
Marauder. Album | Interpol
Courage. Album | Celine Dion

No hay comentarios:

Publicar un comentario