Death Cab For Cutie ha sido una variable constante en mi Vida desde hace varios años. No me he dado el tiempo de comenzar la colección que involucre todo su material discográfico. Digitalmente se halla compilado. Su más reciente álbum llegó circunstancialmente a mis manos.
Su propuesta es una de las más profundas y reflexivas que he conocido.
Han estado presentes en varios momentos clave.
Su sensibilidad es digna de considerarse. Es una banda honesta, clara y sin pretensión alguna, que no sea más que compartir su peculiar manera de comprender la Música.
Sus temas son ligeros, sencillos, simples.
Es una agrupación que se ha consolidado en el escenario musical.
En mi caso particular, ellos representan un escenario familiar y cálido, al que puedo regresar después de un día difícil. Escucharlos significa escuchar lo más profundo de mi alma, dejarme llevar por la Serenidad de la Vida, los detalles insignificantes, las vistas hermosas que me rodean. Es decir, poner atención a todo lo que los demás valoran como `nada´.
Nos hemos vuelto superficiales en sobremanera.
¿Qué es lo que alimenta tu alma al atardecer, al inicio del ocaso, del término de un ciclo?
Duele la respuesta.
El rencor, el deseo de infringir daño con sólo críticas destructivas.
El Egocentrismo.
Será materia de nota posterior.
El piano, la guitarra, los suaves sonidos electrónicos que bañan suavemente las melodías, producidas por Chris Walla en esta colección `Codes ans Keys´ me hace reflexionar, y emprender la búsqueda de la paz, de la tranquilidad que me devolverá mi esencia humana.
Imagen tomada del Sitio Oficial de Death Cab For Cutie:
Escucho: Monday morning / Death Cab For Cutie
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