Las compañías a lo largo de este
año han sido escasas, pero valiosas e inspiradoras, porque me han obligado a
aportar lo mejor de mí en momentos en los cuales sentí que no existía algo que
yo pudiera aportar a la realidad que me rodeaba.
Gracias, así, por confiar y
creer.
Gracias al grupo de la
licenciatura ajena a la mía, que, tras varios semestres de haberles impartido
clases, mantuvieron un contacto humano y sincero, y compartieron conmigo
múltiples momentos clave en sus vidas. En un momento difícil en mi línea de
tiempo, ellos estuvieron ahí, obsequiándome la visión de un mañana, que había
sido extraviada por mi corazón.
Los compañeros de travesía metafísica, los egresados universitarios,
y las familias que mantienen una sólida y estrecha amistad a lo largo de los
años, han sido alicientes durante los recientes meses.
He encontrado tranquilidad,
reflexión, pero, sobre todo, momentos que me inspiran, en charlas, fotografías,
risas, abrazos y demás.
Vivir es una oportunidad única.
Gozar de ella es una decisión.
Una que tomo con gusto, y valentía.
Escucho:
Everyday | James Taylor
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