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lunes, 28 de marzo de 2011

Luces de una despedida

Esta noche vislumbro de nueva cuenta esos brillos, esas luces tenues por doquier, que dejan entrever una despedida…

La noche me cubre con ese manto oscuro, melancólico y triste que paulatinamente me susurra al oído que un ciclo ha concluido, para no volver jamás.


¿Miedo?


Desde luego. Siempre lo tendré en circunstancias como ésta.


`Decir adiós´ es una constante que nunca seré capaz de superar, no importa cuántas veces acontezca.


Mirar como todo se aleja lentamente, convirtiéndose en un cúmulo de imágenes borrosas en medio de las cuales todo pierde sentido.


Las memorias, los momentos sublimes…


Todo se va perdiendo sin descanso alguno.


Y allá, a lo lejos, en la cúspide del Horizonte, se halla la figura enorme y redonda de la luna, que me observa fijamente, mientras su luz baña esta sutil despedida, cubriendo con su manto estos malditos sentimientos que hacen de mí, esta noche, un hombre desdichado y ruin…


¿Qué pasará el día de mañana?


Despertaré cansado, llorando, molesto conmigo mismo y con la Vida por tan fatídico Destino.


Perderte. Perderte para siempre.


Todo por mi estupidez, mi egocentrismo.


La Cobardía, por no luchar por aquello que más amo.


Y es que te amo profundamente, pero ahora ya no importa más.


Jamás importó.


Nunca más importará siquiera…


Digámonos adiós… y continuemos con nuestras tristes vidas…


Es todo lo que sabemos hacer…


Es todo lo que aspiramos en esta existencia, nada plena…




Escucho: Future proof / Massive Attack


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