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domingo, 6 de marzo de 2011

Memorias radicales

De manera intermitente -me he percatado de ello- a lo largo de mi existencia, se producen periodos de una retrospectiva profunda, donde mi mente y ser viajan a través de la línea temporal por medio de todo aquello que he escuchado y conocido al paso de los años, y se detienen en una serie de experiencias y sensaciones que han quedado grabadas y selladas dentro de mí, y que ni yo mismo recordaba que había vivido siquiera…

Cuando esto acontece, he aprendido a simplemente dejarme llevar por la melancolía y ese cúmulo de sentimientos que toman forma y lugar dentro de mí. Cuando dejo que eso suceda conscientemente, hechos concretos, ideas, proyectos, experiencias definidas llegan a mí, lentamente.

Es así que recuerdo fragmentos de textos de libros, piezas de melodías, o simples conversaciones con personas que conocí y que traté brevemente, pero que de alguna manera dejaron una huella oculta en mi interior.

Es espeluznante y grato a la vez mirar cómo tu cuerpo, y tu alma guardan huellas de eventos, personas, circunstancias, que se quedan dentro hasta que hallan el catalizador correcto que los hace salir a flote.

La última experiencia me hizo recordar este proyecto y propuesta de New Radicals, cuyo contenido es más que una sencilla queja social. Es una voz personal que se proyecta, inmersa en la crítica del mundo del capitalismo, la frialdad, inseguridad e indiferencia de nuestras sociedades, que comenzó a hacerse evidente a partir de la segunda mitad de la década de los noventa.

Los temas de Gregg Alexander alborotaron una parte rebelde, ingrata e insatisfecha con respecto a la sociedad actual. Sus palabras, ideas y propuesta en general hacen que esa parte del espíritu sacie momentáneamente esa inquietud, por medio de una solución mayormente hipotética e irónica: una propuesta que tiene todos los elementos que ella misma ataca y critica.

Bien dicen que en ocasiones, la solución es peor que el problema...

No interesa, son estas propuestas extraordinarias las que otorgan vida y sentido a esa parte de nosotros que no halla cabida en esta materialista existencia.

Mis temas favoritos -que acompañan todas las vivencias recordadas y vividas durante meses difíciles de mil novecientos noventa y ocho y noventa y nueve- son Mother we just can't get enough, Someday we'll know y I hope I didn't just give away the ending

Al fin y al cabo, pertenezco a esa generación, que hoy intenta modificar sustancialmente el mundo frío e inhumano en el que vivimos.

Escucho: Maybe you've been brainwashed too / New Radicals

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