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jueves, 31 de marzo de 2011

Una vez más con sentimiento...

Sentado frente al computador… mirando en la pantalla un creativo logo de Google.

Un mal día ha llegado a su fin… al fin.


Hay tantas cosas en la mente, que no sé si podré algún día conciliar el sueño.


Tristeza infinita. Frustración. Dolor mezclado con decepción.


Me duele perder la batalla. Me duele que la Vida sea de esta manera. Que existan cosas que no podrán ser cambiadas, no importa cuánto te esfuerces.


Me duele perderte. No ser capaz de ayudarte a mirar la luz, a brillar, a descubrir juntos de lo que eres capaz de hacer.


Una llaga atraviesa limpiamente el corazón.


Miro el cielo oscuro, en esta noche solitaria y fría, y extraño estar a tu lado, en un intento por brindar Esperanza, por probarte -por probarme a mí mismo- que la Vida es aún algo que vale la pena vivir.


¿Por qué no puedo ayudarte?


Tal vez quien está roto -al término del día- es mi alma humana. Quizá no tenga ya remedio y esté condenado a existir en este mandito purgatorio por siempre jamás. Tal vez Dios se equivocó al no llevarme consigo cuando debió hacerlo. Dios también se equivoca.


Duele tomar la decisión. Duele ser objetivo y darse cuenta de que no puedo hacerlo solo. Siempre he podido sacar adelante a quienes se acercan a mí para recibir apoyo y guía.


¿Qué es lo que hice mal?


El don se ha ido, quizá. O sólo soy un estúpido ser humano pensando que es especial, cuando de especial tiene absolutamente nada. Cuando todas las desventuras no hicieron más que humillarme y llevarse todo lo bueno que yo tenía…


Fracaso, tras fracaso.


Duele mirar que seguirás ese camino que algún día yo tomé, y que no fui capaz de alejarte de ese sentimiento terrible, de desolación, de tristeza, de completa falta de esperanza.


Duelen tus palabras, la cerradura de un corazón que no se abre, a pesar de tener la llave y de existir deseos profundos de dejar que alguien habite en ese hermoso lugar.


Duele no ser capaz de arrancarte del rencor, que lentamente terminará por corroer lo bueno que eres, y que aún brilla a pesar de que niegas las bendiciones que representas.


Eres alguien importante. Eres un eslabón fundamental en mi Vida.


En eso te convertiste.


Duele no poder ser parte de ti. Con un dolor que no se acerca siquiera al dolor que experimenté momentos antes de pensar que dejaría esta Tierra.


Mis palabras… son sólo eso… Palabras. Llevadas en esta noche ruin, mientras mi cuerpo cae, exhausto, y mi alma se impacta con un muro de frustración e incapacidad…


Y duele…


Te pido algún día lo comprendas.


Por qué escribo estas líneas… Hace algunas horas leí palabras de una persona que quiero profundamente. Al parecer no soy lo suficientemente digno para contar con la confianza y el amor de quienes me rodean… `Separarte de la persona que amas no siempre significa que la quieras menos, incluso puedes quererla más´.


Confiaré que es así… Lo confiaré en esta noche en que lo último que tengo, se ha derrumbado



Escucho: English summer rain / Placebo



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