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jueves, 1 de noviembre de 2012

La tradición que nos sienta bien [Calavera II]


El otro día me encontré a La Muerte en persona,
me llevó al Inframundo en menos de una hora.
Se mueve mucho más rápido que la ruta del camión,
ni tiempo me dio de pedirle que pasara por el panteón.

Y es que mientras pensaba como librarme de ella,
se me antojó el trozo que comía, el cuál olía a paella,
me imaginé sentado disfrutando unas enchiladas,
guajolotes, molletes, sopes o un par de sincronizadas.

Le propuse invitarla a un lugar donde jamás haya ido,
pensé en @SóloSanborns, donde pasas ratos muy tranquilos.
Desayunos, comidas, cenas, en hermosa tradición.
¡Oh, iluso pensar que Ella no conocería tal bendición!

Pa´ no hacerles la calavera larga, La Flaca la propuesta me aceptó.
Contento, vi que viajábamos hacia conocido callejón.
En la Casa de los Azulejos hicimos la parada,
entrando triunfalmente, en medio de una sutil canallada.

Y es que la atolondrada llevó a todos sus amigos,
pidieron cuanto antojo se les ocurrió, desgraciados pillos.
Yo sólo miré como los comensales morían del susto,
mientras los espíritus chocarreros se ponían todos robustos.

Finalmente, no me pude librar de ninguna maldición,
al no tener cómo pagar semejante cuentonononón,
mi castigo eterno fue lavar los platos en una bella cocina,
del restaurante que todos visitan al morir… en conocida esquina.

Imagen [fragmento] editada/modificada, original tomada de la liga:

Escucho:
Shelter / Ray LaMontagne

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