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domingo, 16 de diciembre de 2012

Sobre ese viaje inesperado... [Primera parte]

`La historia de los hombres
es un instante entre dos pasos
de un caminante´.

Franz Kafka

The Hobbit: An unexpected journey, no es El Señor de los anillos. Punto.
Con esta premisa inicio la presente nota.

La propuesta cinematográfica de Peter Jackson, tras haber atravesado una serie interminable de obstáculos, ve finalmente la luz.
Hay mucho por decir. Seré lo más objetivo posible.
El trabajo de diseño de fotografía y de calidad visual es por demás impecable. Peter Jackson consigue en sólo algunos segundos, introducirnos de nueva cuenta a la Tierra Media, con toda la gama de elementos fantásticos que conocemos. La batuta de Howard Shore, en el eslabón Música, magnífica.
Concuerdo en algo: la trama no posee la complejidad y riqueza de la saga de The Lord of the rings. Si ustedes van con la idea de competición en este rubro, saldrán de la sala profundamente decepcionados.
La historia cuenta con sus circunstancias narrativas propias. No se trata de superar lo ya hecho. Las historias son completamente diferentes, una con respecto a la otra. Lo único que las une es la presencia de cierto objeto diminuto que comúnmente se utiliza colocado en el dedo medio o anular.
Jackson se siente profundamente relajado narrando esta primera parte de su nueva saga. Lo hace con una naturalidad inaudita. Sabe lo que está haciendo, y lo hace muy bien.
El trato de los personajes -no me refiero a su parte visual y características de forma, apariencia, distintivos- se encuentra trabajada al más mínimo detalle. Jackson es de los pocos directores cinematográficos capaz de traducir la complejidad psicológica y existencialista de personajes creados por el genio de la talla de J. R. R. Tolkien (no seamos tan optimistas, este rubro le costó una narrativa sumamente lenta y aburrida en la primera parte de su saga anterior, lo que alentó considerablemente la velocidad de la historia). Ahora todo es diferente. Considero que la existencia de Galdalf es el secreto para salvar semejante obstáculo. Su sola presencia -celebro y admiro profundamente la presencia de Ian Mckellen- ha dotado a la trama de un salto cuántico en cuanto a la necesidad de presentar a cada personaje, con todo el cúmulo de características de personalidad y conducta necesarios. Mckellen logra compartir lo que está por venir en este tópico, al iniciar las primeras imágenes en pantalla. Instintivamente, uno sabe que el convocante de la travesía es él, y él carga con la responsabilidad del relato que está por sucederse. Una vez que nuestro cerebro ha procesado esta información, estamos listos para iniciar ese viaje, inesperado.

¿Qué no existen innovaciones en esta nueva historia? ¿Qué se trata de más de lo mismo?
Desde luego.
Ésa es la idea.

Poster tomado de la liga:

Escucho:
Maybe tomorrow / Stereophonics

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