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domingo, 29 de mayo de 2011

Sobre las travesías...

Desde que recuerdo, me ha gustado el campo. El ambiente rural y de pueblo que rodea a las grandes y pequeñas ciudades.

Durante cerca de cinco años, viajé a lo largo y ancho de la República Mexicana, conociendo lugares de diversa índole que abrieron mi panorama en formas diferentes.


Una vez que concluí `12 campanadas hacen un reloj´, ese ritmo de viaje disminuyó considerablemente. Múltiples circunstancias de índole personal me impidieron continuar descubriendo por medio del viaje, metáforas y lecciones de vida.


Sin embargo, ahora mismo considero que ese ritmo de viaje no se ha detenido del todo, sino sólo cambiado de nivel de realidad y consciencia. Es decir, hasta hace un año y medio emprendí travesías externas, viajes físicos que me obligaban a moverme de un sitio a otro, conociendo aspectos físicos, culturales, sociales, en distintos lugares, lo que me llevó a contactar con cientos de personas, cuya mentalidad y experiencia transformaron mi visión, mi forma de mirar el Mundo Exterior.


Hoy por hoy no viajo más. Por lo menos no bajo estos términos.


Me ha costado comprender que continúo con el viaje, que es ahora una travesía interior.


No me muevo físicamente de un sitio a otro como antes, pero toca el turno al espíritu de hacerlo. En menos de dos años he conocido y comprendido valiosas lecciones personales e individuales que difícilmente hubiera podido entender en viajes externos.


Dichas lecciones me han hecho moverme de igual manera, pero en términos internos.


Mi relación conmigo mismo, con los demás, con los síntomas que presenta mi cuerpo, y con las metas que desde hace tiempo tengo en el tintero.


Este viaje de autodescubrimiento me ha hecho ser más consciente de muchos aspectos y eventos que experimento aún, y que me han dejado -o dejarán- lecciones que aprender, que cambiarán rotundamente mi manera de concebirme, de aceptarme y de trabajar conmigo mismo, creativa y personalmente hablando.


Es una enorme paradoja.


Comprender que, permaneciendo estático -físicamente- es cuando más generas el movimiento y crecimiento en tu espíritu y espacio interior.



Fotografía de maqueta construida por: Carina Morales Morales, estudiante en la Licenciatura en Arquitectura en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo



Escucho: The way I lie / Seal

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