.

.

viernes, 13 de mayo de 2011

Una travesía triste

Esta imagen me recuerda a la travesía de 12 campanadas hacen un reloj, y me hace experimentar cierta melancolía, por todo aquello acontecido y que jamás se repetirá, y cuyas consecuencias se quedan conmigo para siempre jamás…

Las cosas han mutado, se han transformado en algo inimaginable.


Cuando la mente retrocede, y encuentra esas imágenes gratas de algo que fue, y las compara de inmediato con la realidad contemporánea, se experimenta un gran vacío interno que no puede llenarse con nada.


Es la travesía, el viaje eterno que me ha llevado hasta este momento lo que me hace reflexionar en sobremanera.


Es natural… todo aquello que hoy duele, es una parte de ti mismo que tiene que morir, tiene que quedar atrás, como ese conjunto de circunstancias espaciales y temporales que un día visitaste, y cuya belleza del momento te cautivó y transformó tu vida en infinidad de maneras.


Los lugares, los bellos atardeceres, las noches en vela delante de una panorámica hermosa han quedado atrás. Son sólo un recuerdo de una instantánea en tu vida.


Jamás vivirás esos momentos de nueva cuenta.


Ahora que todo queda atrás, mientras miras las vías del tren y observas alejarse paulatinamente todo lo vivido, te cuestionas qué demonios haces ahí, viajando, moviéndote, buscando tu destino verdadero.


¿En realidad se halla junto a quienes te rodean ahora?


Hace unos días descubrí un nuevo proyecto musical en solitario de un miembro de mi banda favorita. Su esencia, su idea, me dan fuerzas. Me siento identificado con su historia.


Mientras el Mundo continúa su avance, la gente muere, se asesina, se divorcia…


En pocas palabras… la existencia se transforma en maneras que jamás podremos -quizá- comprender.


¿Hacia dónde me lleva el Viento?


Una nueva dirección se desdibuja al horizonte.


Zarpemos pues, hacia ella…



Fotografía cortesía de: Francisco Javier Hernández Cortés



Escucho: Why does the rain / Tracey Thorn

No hay comentarios:

Publicar un comentario