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domingo, 25 de diciembre de 2011

Entre las calles 18 y 23

Gracias Luis Enrique por esta inesperada visita.
Cada vez que charlo contigo, las respuestas clave de mi vida son respondidas por la narrativa de la tuya.
Es indescriptible. Estas tardes de conversación profunda se convierten al lento paso del tiempo en un clásico agradable y necesario para continuar en la búsqueda de las razones que den sentido a lo que soy, a lo que hago.
Precisamente hoy en la mañana leía una de las tantas notas donde tu espíritu aparece desdibujado. Y de pronto estás ahí, al otro lado de la acera.
Me has enseñado tanto.
Contigo, aprendo a poner atención en los detalles y las pequeñas circunstancias de la vida.
Es increíble.
Te estimo demasiado.
Un abrazo enorme, mi amigo, mi gran hermano.

Escucho: Cosmic girl / Jamiroquai

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