Fue un placer charlar el día de ayer con el Mtro. en Diseño del Paisaje Alejandro
Cabeza Pérez, quien es -por cierto- el actual Coordinador del área de Posgrado del Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado de la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Me hizo reflexionar en torno al paisaje, como herramienta de diseño
arquitectónico.
Considero -lo abordo
desde mi personal y profesional punto de vista- que nuestros actuales estilos de vida nos han llevado al
desarrollo de la comunicación y la tecnología, guiándonos a relaciones y
direcciones virtuales, que nos han
hecho experimentar un desapego de la ciudad y los ambientes urbanos.
¿A qué me refiero?
Cada día vivimos menos
los ambientes reales que nos rodean
y definen lo que somos como Humanidad.
Pasamos mucho más tiempo, e invertimos la mayor parte de
nuestra energía en ambientes digitales o
virtuales, compartiendo lo que
pensamos, lo que somos, en lo que creemos, pero abandonando los esfuerzos por llevar
a cabo en el mundo real las metas a las que aspiramos.
La ciudad se transforma, y nosotros, encerrados en nuestra
rutina y circunstancias, no somos capaces de ver, de vivir las transformaciones.
Entonces, siendo arquitectos, llega un punto donde
desconocemos en gran medida las necesidades
sociales que deben resolverse por medio del espacio abierto.
El maestro Alejandro
Cabeza volvió a hacer lo que solía hacer cuando lo conocí hace algunos
años: me mostró la belleza del paisaje, y
su eterna relación con la Arquitectura.
Escucho:
Blood for
Poppies / Garbage
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