.

.

lunes, 3 de enero de 2011

Memorias...

La luz existe, aunque sólo creas en la oscuridad.

El Tiempo continúa su paso por la Tierra, aunque vivas estancado en ese momento que trastocó todo cuanto creías. La panorámica del bosque, recién amaneciendo, continúa siendo la vista más hermosa que he mirado jamás…

Detrás de ese largo pasillo oscuro al término del cual brilla radiantemente la luz, se encuentra ese acogedor rincón donde me agrada sentarme en los momentos más complicados de la existencia, y detenerme a reflexionar, a leer un poco quizá… y rememorar todo lo valioso que he atesorado a lo largo de todos esos bellos momentos.

Sentado en ese lugar íntimo, escucho tus risas, tus palabras tontas en torno a cualquiera de las bromas. Me deleito con tu espíritu valiente y emprendedor que continúa iluminando y guiando mis pasos… mi destino.

Porque tú eres una lección de vida. Eres una hermosa compañía en los momentos en que dudo de mí mismo. Pensar en ti, en tus palabras de aliento, en tu fortaleza, en tus aspiraciones por transformar los mundos…

Lo has hecho. Lo han hecho.

Heme aquí… recordándolos. Dos hermosos corazones que se han ido.

Dos almas que, en la lejanía de lo desconocido, laten en mí, en ti, en todos aquellos que me rodean, y que aún les recuerdan, les lloran, les ríen y les sobreviven.

Los quiero. Los extraño.

Me pregunto si algún día podré volver a verlos, y reír a carcajadas de todos esos momentos malos que vivimos, porque en ese instante eterno al final de nuestras vidas en la Tierra, los pormenores de nuestra existencia terrenal serán sólo lejanos recuerdos de aquello que aconteció, pero que queda atrás, para dar paso a cosas maravillosas: abrazarlos cariñosamente y reír con alegría… y sin descanso.

La Muerte no es el final, porque el Amor es sólo el principio.

Para ustedes, mi pensamiento, corazón y una fracción de mi espíritu y mis oraciones en esta noche triste, pero esperanzada.

No dejen de reír, nunca dejen de ser felices, porque ustedes son la luz de luna que ilumina las noches más oscuras…

Los amo profundamente. Hoy y siempre.

Adagio por dos amigos

Por J.E.Franco

En memoria de Francisco Licona y Alfredo Torres

[03/enero/2OO9]

Fotografía: Claudía Ríos.

Escucho: This must be the place [Naive Melody - Live] / Shawn Colvin

No hay comentarios:

Publicar un comentario