Hace tanto que no caminaba por la ciudad.
Es una experiencia que -casi- hemos olvidado.
Sólo nos limitamos a mirar los paisajes, aquellas calles,
los árboles, a través de las ventanas raudas de nuestros vehículos veloces.
Transitar, tocar el concreto con las plantas de los zapatos
que llevamos puestos, es una sensación tan extraña hoy en día, como pisar lo
que antes eran las crujientes hojas secas en el suelo de los bosques, o los
parques.
¡Qué tiempos aquellos, que han pasado ya!
Y los árboles, el cielo, los espectaculares [esas
estructuras altas, con follajes metálicos, y hojas en telas impresas en
múltiples colores] que han sido sembrados y han crecido a lo largo y ancho de
las avenidas…
Una naturaleza irónica, tanto artificial, como natural.
Todo en constante movimiento y cambio.
Todo en constante movimiento y cambio.
La ciudad es un ente que vive, sin lugar a dudas…
Escucho: Split screen sadness / John Mayer
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